Este kibutz alguna vez fue como el cielo. Pequeños niños corrían aquí en los céspedes, madres caminaban con sus bebés por los senderos y lo primero que me impacta es que el tiempo se ha detenido aquí desde el 7 de octubre.
Los cuerpos sin vida de familias enteras que fueron evacuadas de aquí fueron sometidos a abusos y atrocidades demasiado difíciles de comprender para la mente humana. Niños pequeños durmieron en estas camas la noche antes del ataque. Familias justo como las suyas, mamá y papá...