En el año 2005 el Producto Interno Bruto (PIB) continuó su rápido crecimiento, alcanzando el 5,2 porciento, encabezado por el sector empresarial que aumentó al 6,6%, lo que trajo como resultado un PIB per cápita de U$S 18.700, que lo ubicó en el 220 lugar de la lista mundial de OCDE. Después de haber disfrutado durante muchos años de la tasa de crecimiento del PIB más rápida de las economías del mundo, Israel continúa ahora la recuperación económica que comenzará en el año 2003, después de dos años de reducción en casi toda la actividad económica. En la primavera del 2006, una inversión de capital sin precedente de miles de millones de dólares en la industria manufacturera de Israel fue la mejor manifestación de su atracción a la economía global y su integración en la misma. En el año 2005 Israel alcanzó sus 3 objetivos macroeconómicos: una tasa del 2,4 porciento de inflación, un déficit presupuestario del 1,9 porciento del PIB y un aumento limitado del 0,3% en el gasto público.
Con una población de alrededor de 7 millones de habitantes, Israel ha sido aclamado internacionalmente a lo largo de los años, en especial por sus extraordinarios logros en la agricultura, irrigación, y diversas industrias de tecnología de punta y puestas en marcha (start-ups) electrónicas. Los acuerdos de libre comercio con Europa y con los Estados Unidos durante las últimas tres décadas han facilitado la ampliación de las exportaciones israelíes de mercaderías y servicios (que excedían los U$S 56.000 millones en el año 2005), así como también su participación en empresas internacionales que contribuyeron al acelerado crecimiento del país.
El shékel, la unidad monetaria de Israel, (cotizada en U$S 0,22 en abril del 2006) ya era conocida en el segundo milenio AEC como unidad de peso para fijar los medios de pago en oro y plata. La Biblia menciona que Abraham negoció la compra de una heredad “y la cueva que había en ella”, en Macpelá (cerca de Hebrón), diciendo:
«Yo daré el precio de la heredad, tómalo de mí y sepultaré en ella mi difunto». Efrón, propietario de esa parcela, respondió: «La tierra vale cuatrocientos siclos (shékels) de plata… y Abraham pesó a Efrón el dinero que dijo…cuatrocientos siclos de plata, de buena ley entre mercaderes.»
(Génesis 23:13, 15-17).
Anverso: 1 nuevo shékel
Reverso: Flor de lis, «Yehud» en hebreo antiguo.
Anverso: Aguila, «Yehud» en hebreo antiguo
Reverso: Flor de lis.