Testigos describen como una “masacre total” al ataque de Janucá en la playa Bondi

«Vi sangre brotar de mí. Vi gente recibir disparos, gente cayendo al suelo», dijo Ostrovsky. «Mi única preocupación era: ¿dónde están mis hijos? ¿Dónde están mis hijos? ¿Dónde está mi esposa? ¿Dónde está mi familia?».

Por Philissa Cramer/JTA


Arsen Ostrovsky, activista australiano-israelí, resultó herido en el ataque de Janucá en la playa Bondi el 14 de diciembre de 2025, en Sídney. (Foto: SCREENSHOT/JTA)

Arsen Ostrovsky regresó a Australia desde Israel hace dos semanas para dirigir la oficina en Sídney del AIJAC (por sus siglas en inglés de Consejo de Asuntos Australia/Israel y Judíos).

El domingo, fue una de las decenas de personas que recibieron balazos durante un ataque durante una celebración de Janucá en la playa Bondi de Sídney. Al menos 11 personas murieron, además de uno de los atacantes.

Ostrovsky, quien creció en Sídney tras abandonar la Unión Soviética de niño, resultó herido en la cabeza y fue atendido en el lugar.

“Fue un caos. No sabíamos qué estaba pasando, ni de dónde venían los disparos. Vi sangre salir de mi a borbotones. Vi gente herida por balas, gente cayendo al suelo”, declaró a una cadena de noticias local, con la cabeza vendada y sangre visible en la cara y la ropa. “Mi única preocupación era: ¿dónde están mis hijos? ¿Dónde están mis hijos? ¿Dónde está mi esposa? ¿Dónde está mi familia?”.

Comentó que estuvo brevemente separado de su familia antes de encontrarlos a salvo.


Vista aérea del personal de emergencia trabajando en el lugar de un tiroteo en la playa Bondi, Sídney, Australia, el 14 de diciembre de 2025 (Foto: NINE NETWORK/SEVEN NETWORK/AUSTRALIAN BROADCASTING CORPORATION/ REUTERS)

‘Una auténtica carnicería

“Vi niños cayendo al suelo, ancianos, inválidos”, dijo. “Fue una auténtica carnicería, la sangre manaba a borbotones por todas partes”.

El ataque golpeó un punto clave de la comunidad judía en Sídney, hogar de unos 40.000 judíos, casi la mitad de la población judía total de Australia. Al menos 1.000 personas acudieron a la celebración en la playa la primera noche de Janucá.

“Había muertos por todas partes: jóvenes, ancianos, rabinos – todos están muertos”, declaró Vlad, capellán judío del Servicio Estatal de Emergencias, a una cadena de televisión local. “Y luego dos personas murieron mientras intentábamos salvarlas, porque la ambulancia no llegó a tiempo”.

Dijo que las personas que murieron fueron una anciana que recibió un disparo en la pierna y un “caballero mayor” que recibió un disparo en la cabeza.

“No se trata solo de personas, sino de gente que conozco, gente de nuestra comunidad, gente que conocemos bien, gente que vemos a menudo”, dijo Vlad, quien cubrió a su hijo de 8 años con su cuerpo durante el ataque. “Mi rabino ha muerto”.

El rabino asesinado, Eli Schlanger, se mudó a la playa Bondi como emisario del movimiento Jabad hace 18 años. Era padre de cinco hijos, incluyendo uno nacido hacía dos meses.

“No era una figura distante. Era el tipo que se quedaba despierto hasta tarde planeando la logística para el encendido de la Menorá, algo que la mayoría de la gente da por sentado. El que se estresaba por el clima. El que se aseguraba de que hubiera suficientes latkes y que los niños no se aburrieran”, escribió en redes sociales Eliezer Tewel, otro emisario de Jabad.

“Simplemente hacía su trabajo. Estaba presente. Era la presencia constante y confiable para su comunidad”, añadió Tewel. Y por eso es lo que más duele: lo mataron mientras hacía lo más básico, lo más amable y lo más normal de nuestras vidas. No era un campo de batalla. Era una fiesta de Janucá.”

 

Traducción: Consulado General H. de Israel en Guayaquil
Fuente: The Jerusalem Post



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