13 Oct Volver del abismo: Veinte abrazos que conmueven a Israel y al mundo
Tras más de 700 días de cautiverio, los últimos 20 rehenes vivos regresaron desde Gaza. El país los recibe con lágrimas, memoria y una promesa: reconstruir lo que la guerra quebró. Documento de los emotivos momentos de reencuentro con los familiares que los esperaban.
Veinte vidas. Veinte historias que, hasta hace horas, eran sinónimo de angustia, espera y resistencia. El regreso de los últimos 20 rehenes israelíes con vida marca un hito en el largo y doloroso proceso iniciado el 7 de octubre de 2023, cuando Hamás perpetró el ataque más brutal en territorio israelí en décadas. Tras más de 700 días de cautiverio en Gaza, los liberados ya están en casa. Pero el país que los recibe no es el mismo, y ellos tampoco.

Israelíes celebran el regreso de los rehenes desde Gaza. (Ynet)
La liberación se concretó en el marco del acuerdo de intercambio concretado entre Israel y Hamás, a instancias de Donald Trump y de los países mediadores, con acuerdo de la mayoría de los países árabes de la región. Los liberados fueron trasladados a hospitales para chequeos médicos y contención psicológica, mientras sus familias los abrazaban por primera vez en casi dos años.
Uno de los momentos más conmovedores fue el reencuentro de Matan Tsengauker con su madre, quien se convirtió en una de las voces más visibles del movimiento de familiares de rehenes. La videollamada que precedió el reencuentro —en la que ella le dice “המלחמה נגמרה, אתה בדרך הביתה” (“la guerra terminó, estás en camino a casa”)— se viralizó como símbolo de esperanza y resiliencia.

Matan Tsengauker se reencuentra con su madre Einav. (Ynet)
También volvió Ariel Cunio, secuestrado junto a su pareja Arbel Yehud en el kibutz Nir Oz. Ella había sido liberada meses atrás, y desde entonces se convirtió en una figura de referencia para los familiares que aún esperaban. El reencuentro de la pareja, aunque aún no difundido públicamente, representa una de las escenas más esperadas por quienes siguieron el drama desde el primer día.
Los nombres de los liberados fueron publicados por el Ministerio de Exteriores de Israel, que celebró el regreso con un mensaje simple y contundente: “ברוכים השבים הביתה” (“Bienvenidos a casa”). Pero el alivio no borra la herida. Aún quedan cuerpos por recuperar —28 rehenes fallecidos cuyos restos permanecen en Gaza— y cientos de familias que no volverán a abrazar a sus seres queridos. La Plaza de los Rehenes, en Tel Aviv, se convirtió en epicentro de celebraciones contenidas, donde el júbilo convive con el duelo.
El proceso de reintegración será largo. Los liberados enfrentan secuelas físicas y emocionales, y el Estado ha desplegado equipos interdisciplinarios para acompañarlos. Pero también hay una dimensión comunitaria: el país entero se ha volcado en gestos de bienvenida, desde vigilias hasta campañas de apoyo.

Israelíes celebran el regreso de los rehenes desde Gaza. (Ynet)
La comunidad judía internacional también se movilizó. En Buenos Aires, Nueva York, París y Melbourne se realizaron actos de oración y homenajes. El mensaje es claro: cada vida cuenta, cada rehén importa, cada historia merece ser contada.

Israelíes celebran el regreso de los rehenes desde Gaza. (Ynet)
La liberación de los 20 rehenes vivos no cierra el capítulo, pero lo transforma. Es un momento de alivio, sí, pero también de memoria activa. Porque el regreso no es solo físico: es también político, simbólico y profundamente humano.
Israel celebra hoy el regreso de sus hijos. Pero no olvida a los que no volverán. Y no deja de exigir, con firmeza y dolor, que cada rehén —vivo o fallecido— sea devuelto. Porque cada uno representa una familia incompleta, una comunidad herida, un país que espera.
Fuente: Ynet Español
