Y hay sueños que se pelean


De Raquel Markus – Finckler / @escritora.creativa.

 

Dijimos ya nunca más y otra vez nos vuelve a pasar.
Nos golpearon donde más dolía y se llevaron a nuestras niñas.
En el momento menos pensado tornaron huertos en cementerios y un festival para la paz en un lugar para cazar.
Metieron en una hoguera a la infancia de nuestra tierra.
Y ahora por más que duermo, ya casi nunca concilio el sueño.
Dijimos ya nunca más y otra vez nos satanizan.
En el banco del acusado ya no hay jurado que nos absuelva.
Somos culpables sin alegatos. Somos el chivo que sacrifican.
Somos el pueblo más señalado. Somos el juicio más arreglado.
Somos un Dreyfuss resucitado y un estigma que no agoniza.
Y ahora por más que duermo ya casi nunca concilio el sueño.
Dijimos ya nunca más y ya la cuenta no se echa atrás.
Cada una de sus ausencias es una daga que nos revienta.
Los queremos en nuestras casas ya no hay excusa que nos consuele.
Los días pasan, la angustia crece y eso al mundo no lo conmueve.
Ellos viven en los carteles, pero agonizan en los cuarteles.
Y ahora por más que duermo ya casi nunca concilio el sueño.
Dijimos que nunca más y otra vez pierdo la fe.
Ya no hay alma que no se rompa y no hay mejillas que no se rieguen.
Rezamos y suplicamos por el regreso de los hermanos.
Lloramos y desgarramos las vestiduras de los dolientes.
A este pueblo elegido le sobra el odio y le falta gente.
Y ahora por más que duermo ya casi nunca concilio el sueño.
Dijimos que nunca más y como siempre nos falta paz.
Un espejismo en el desierto es la promesa hecha a Abraham y el sueño de los profetas es tan lejano como un cometa.
Solo nos quieren para el recuerdo. Solo importamos si estamos muertos.
Y mientras cantamos a la esperanza, ellos prometen otra venganza.
Y ahora por más que duermo ya casi nunca concilio el sueño.
Herzl nos enseñó el poder de una leyenda, que una leyenda no siempre es sueño, y que hay sueños que se pelean.

Este poema forma parte del Proyecto Literario y Artístico “No alcanzan las palabras” liderado por la periodista, escritora y poeta: Raquel Markus – Finckler / @escritora.creativa

Se trata de una protesta ante el odio colectivo que le han impuesto encima al pueblo judío tanto en Oriente como en Occidente. A todos los judíos nos señalan y nos acusan, nos atacan y nos humillan. Los niveles de judeofobia no paran de incrementarse y parece que nadie toma conciencia de que los judíos somos igual de humanos que el resto de los pueblos de este mundo. Llevamos siglos, más bien milenios, siendo perseguidos, expulsados, asesinados, encarcelados, humillados y calumniados por razones y excusas que se repiten y se acumulan en el lado de la sinrazón. El odio se justifica a sí mismo. Quien no es parte de la solución, forma parte del problema. Es hora de decir “ya basta”. Es hora de ponerle un alto a la cultura del odio.

El video de la canción está basado en este poema. Visiten el Canal de YouTube No alcanzan las palabras, por medio del siguiente link:
https://youtu.be/bKx3tMnjl4I?si=4jMYFOdyyx7UYHNu

Fuente: Aurora Digital



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