Cómo se convirtió un árabe musulmán en un activista pro-israel?

Yahya Mahamed en el mercado Mahane Yehuda de Jerusalem

“Metro” cuenta la historia de Yahya Mahamed, quien dice que sus ojos fueron abiertos a la verdad sobre Israel. Ahora, llamándose así mismo un “Sionista Musulmán”, él está trabajando con StandWithUs para ayudar a otros.

A veces tenemos el privilegio de conocer gente rara e inspiradora, gente cuyas experiencias de vida son tan diferentes de las nuestras que oír sobre ellas nos proporciona un nuevo entendimiento del espíritu humano, una nueva manera de ver las cosas, y una nueva manera de pensar.

Yahya Mahamed es una de esas personas. Alto, moreno y delgado, lo primero que uno nota sobre él es su sonrisa.

Es sincera y desarmante e inmediatamente evoca el sentimiento de que un amigo ha sido encontrado. A medida que su historia se despliega, llega a ser claro que detrás de esos hoyuelos está un hombre joven de coraje, humor, inteligencia y un tremendo corazón.

Metro se sentó con Mahamed en la oficina de Jerusalem de StandWithUs, una ONG dedicada a educar a la gente alrededor del mundo sobre Israel. Esta es su historia.

“Yo crecí en Umm el-Fahm, la tercera ciudad árabe más grande de Israel. Es un lugar muy problemático. El Movimiento Islámico maneja la municipalidad. Esto significa que ellos tienen poder sobre las escuelas, servicios, quien es contratado…y ellos son muy anti-Israel. El logo de ISIS y esvásticas son muy comunes”, dice él.

Cuando ellos llegaron hace 30 años, se apoderaron de la ciudad. Prohibieron el alcohol y lo hicieron una política para evitar que la gente prosperara. Ellos no cuidan la ciudad, no pavimentan las calles, arreglan los parques o hacen centros juveniles. Nosotros estuvimos sin una biblioteca pública por seis años.

Cuando la gente pide las cosas que las ciudades están destinadas a tener, la municipalidad culpa a Israel. Ellos dicen que Israel les cobra tanto que no pueden hacer las cosas.

Y sin embargo, de algún modo dentro de los días de cobrar los impuestos, los funcionarios de la ciudad tienen carros nuevos. Es un círculo cerrado que se alimenta de sí mismo, una dieta estable de corrupción, falta de servicios municipales, y adoctrinamiento anti-Israel. Ellos están saboteando la ciudad y culpando a Israel por ello a fin de mantener a los lugareños aislados y dependientes.

“La violencia es la norma en Umm el-Fahm”, continúa él.

“Balas son disparadas al aire, y varias personas han sido heridas por ellas. La policía no está donde necesita estar. Si ellos lo estuvieran, mejoraría enormemente la calidad de vida y la seguridad para la ciudad”. También ayudaría a disipar la opinión aceptada de que el trabajo de la policía es oprimir a los residentes, añade él.

Mahamed fue criado para percibir a Israel como un régimen opresor y malvado.

“Recuerdo siendo un niño mirar la televisión con mi madre. La única cosa que pasaban era sobre Palestina, Israel oprimiendo a Palestina, los israelíes matando árabes. Nada más. Todo mi mundo era el conflicto, en la escuela, en la televisión, en la comunidad. Yo era un árabe y por lo tanto un palestino”.

“Recuerdo que en un punto viajé a la Franja Occidental para ver a la familia. Noté que nosotros teníamos cédulas de identidad diferentes a las de ellos. Esa fue la primera vez que realmente me di cuenta que yo era israelí”, dice él.

Mira, como un niño, me dieron esta ilusión: o Israel o Palestina, pero no los dos. Israel solamente existía porque les quitó la tierra a los palestinos. No nos daban historia judía. A mí no me dieron una educación. Me dieron propaganda. Me enseñaron en la escuela que Hitler hizo una cosa buena y dejó un grupo pequeño de judíos vivos para que así el mundo supiera por qué él mató al resto.

“El problema en Umm el-Fahm es que no hay nadie para dar un punto de vista alternativo. Por los últimos 30 años, esta narrativa ha reinado. Y es sagrada…Hasta el 2011, yo era muy anti-Israel”.

Él hace una pausa. “Nadie es realmente anti-Israel, es simplemente que ellos no son capaces de pensar. A ellos no se les ha permitido pensar”. Las mezquitas, dice él, son usadas para diseminar una agenda política. En las mezquitas los viernes, uno oye sobre ISIS.

Cuando se le pregunta cómo se convirtió él en un musulmán sionista, dice, Yo salí. Estuve en un programa pre-ejército aprendiendo a ser un mecánico automotriz.

Como árabes, nosotros no tenemos que ir al ejército, pero el estado provee estos programas en secundaria para nosotros. Un día, pasé por un mapa del mundo en la pared y traté de encontrar mi país. Pero no estaba ahí. Palestina estaba escrito en toda el área -en mi escuela israelí. Pensé, espera un minuto, eso no es correcto.

Aunque yo me identificaba con la idea…eso simplemente no era correcto. Le conté a mi amigo cuyo padre es un inspector estatal y dos días después lo sacaron.

Sus hoyuelos aparecen mientras sonríe. “Supongo que fue el inicio involuntario de mi activismo israelí”.

En 12do grado, Mahamed comenzó a buscar un trabajo.

Debido a que a él no le había sido dada mucha instrucción en idioma inglés o hebreo, sus opciones eran muy limitadas.

“Ellos [el Movimiento Islámico] hacen esto a propósito para hacernos incapaces de comunicarnos y funciona como magia”, dice él.

Encontró trabajo como mesero en un restaurante en Tel Aviv, pero admite que estaba asustado de ir, asustado por las cosas que le habían dicho sobre cómo lo tratarían los judíos. Sus temores pronto fueron calmados cuando el gerente lo tomó bajo su ala, enseñándole lo que necesitaba saber y haciendo amistad con él.

Durante mi primera semana, justo antes de Sukkot, yo estaba esperando el bus…Un Chabadnik vino hacia mí y empezó apasionadamente a contarme lo importante que era sacudir el lulav [hoja de palma], y yo estaba sonriendo y dejándolo continuar y cuando acabó, le dije, ´sabe, yo no soy judío. Él me miró un poco triste, pero entonces dijo, “No importa si eres judío o no; lo que importa es que tú eres una buena persona”. Y eso me hizo pensar todo el camino hacia Umm el-Fahm.

“Había hecho un amigo con el gerente del hotel; los judíos en el hotel eran muy acogedores y abiertos; y ahora este Chabadnik me dice que no importa si soy judío, mientras yo sea una buena persona. Mis experiencias contradecían directamente lo que había aprendido toda mi vida. Me habían dicho que los judíos pensaban que ellos eran el pueblo escogido de D-s y mejor que todos los demás. Pero poco a poco, me di cuenta que lo que me habían enseñado simplemente no era verdad”.

Una mañana de verano del 2014 trajo noticias que cambiarían la vida de Mahamed: tres adolescentes israelíes habían sido secuestrados por Hamas. “Me asusté”, recuerda.

Comencé a pensar sobre mis amigos y cómo podrían estar ellos. En realidad, podría haber sido yo, porque no importa si eres árabe o judío, todos nosotros somos israelíes. Entre en línea y busqué la información.

Encontré una campaña llamada Devuelvan a Nuestros Chicos y yo participé, posteando una foto mía con una bandera israelí. Fue entonces cuando todo el infierno se desató.

Mahamed recibió una llamada del dueño de una tienda en Umm el-Fahm quien le dijo que fuera a la policía porque la gente estaba hablando sobre él y sonaba muy peligroso.

Su publicación se había vuelto viral y entre sus 400 notificaciones en Facebook estaban numerosas amenazas de muerte.

“Tuve que renunciar a mi trabajo; me quedé en la casa por dos meses; me perdí mi graduación de la secundaria”.

Tomó un tiempo para que la policía se involucrara, pero eventualmente ocho personas fueron arrestadas por hacer amenazas de muerte contra Yahya. Hasta este día, él depende de un carro para moverse porque no es seguro para él caminar o tomar el transporte público en Umm el-Fahm.

Mahamed hace un punto al decir que hay muchos árabes que han atravesado un proceso similar de encuentro con los judíos, dándose cuenta de que lo que les han dicho sobre ellos e Israel no es verdad, y entonces escogen dejar sus comunidades como resultado.

Tú tienes que salir de la mentalidad árabe y entender que eres israelí. Si puedes salir de la mentalidad de “Yo soy un árabe lo cual significa que soy palestino”, esa mentalidad de conflicto de eres lo uno o lo otro, entonces has logrado llegar a zona segura.

“La gente no odia”, explica él, “ellos simplemente están paralizados en su manera de pensar”.

La gente a menudo trata de “ayudarme a hacer teshuva”, dice él. Por ejemplo, en un día de conmemoración de la masacre de Kafr Kasim de 1956, cuando residentes de Kafr Kasim, quienes estaban trabajando en sus campos y no sabían sobre un toque de queda, fueron matados a tiros por soldados de las Fuerzas de Defensa de Israel, su amigo Bassam le preguntó cómo podía apoyar a Israel. Yahya reconoció que lo que había sucedido en Kfar Kasim estaba mal y le preguntó a Bassam si él también conmemoraba la masacre de Hebron.

“Qué masacre?” preguntó Bassam. “Yo le envié un link a un artículo de Wikipedia y no lo vi por tres semanas. Cuando lo vi la siguiente vez, él había cambiado. Había leído el artículo que le envié, y entonces otro, y otro. Leyó sobre la historia judía remontándose a la conquista Romana. Él estaba lívido de que nunca hubiera aprendido estas cosas. Desde entonces, se fue de Umm el-Fahm y ahora es pro-Israel”.

Cuando se le preguntó si él también quiere irse de Umm el-Fahm, Mahamed dice que aunque no es fácil quedarse, no quiere irse. ¨Las cosas están desordenadas, pero podemos arreglarlas. Si todo individuo piensa en marcharse e ir a Tel Aviv, quién traería Tel Aviv a Umm el-Fahm? “Yo limpio el odio -literalmente. Elimino los graffitis de ISIS, las esvásticas, porque ellos normalizan el terrorismo y el odio. Necesitamos eliminar el odio”, dice él.

Estoy pavimentando nuevos caminos ahí. La gente me pregunta sobre los bebés muertos en Gaza. Ellos no aceptan que les diga, “Si, eso sucedió, pero sabías que cinco minutos antes Hamas envió un cohete desde ahí?” Ellos están sorprendidos.

Nunca aceptan lo que digo la primera vez, pero planta una semilla, y esa semilla crecerá.

Cuando StandWithUs contactó por primera vez a Mahamed a través de Facebook, él dudó en unirse a la organización hasta que supo que su sitio web tenía una página en árabe y que también se dirigen a los árabes. Entonces decidió unirse a sus esfuerzos y ha sido un educador ahí desde el 2016.

Cuando se le pregunta por qué escogió defender a Israel, Mahamed dice, “Yo soy israelí. Me gusta aquí. Aquí disfruto de derechos completos. Creo que Israel representa la esperanza no solamente para el pueblo judío, representa la esperanza para todo el Medio Oriente”.

Yahya ha dado charlas en Finlandia para el Limmud (festival judío de aprendizaje), en Texas con la organización juvenil B´nai Brith, y, más recientemente, en Sudáfrica para la Semana del Apartheid de Israel.

En Estados Unidos, tú sabes qué esperar del BDS [Movimiento de Boicot, Desinversión y Sanciones].

Ellos llegan a ti con imágenes de niños muertos, ellos gritan. Sudáfrica es completamente otra historia. Nosotros fuimos con la Unión de Estudiantes Judíos de Sudáfrica, quienes habían hecho un acuerdo con el campus de que este año la mitad de la plaza sería para el BDS y la mitad para nosotros. Pero cuando aparecimos, el BDS había tomado toda la plaza. Ellos estaban robando nuestros materiales y rasgando nuestros posters. Terminamos en una pelea física con ellos. Esperábamos que ellos fueran difíciles, pero esto estaba en otro nivel.

Sudáfrica es el bastión del movimiento BDS. Ellos utilizan el término “apartheid” y “racismo” para jugar con las emociones de la gente y obtener una respuesta inmediata. Entonces los inundan con mentiras.

“Es una locura”, dice él. ¨La gente viene a mí después de estar en el lado del BDS diciendo, ´Por qué las Fuerzas de Defensa de Israel violan a las mujeres palestinas?´ Yo digo, ´Espera, espera. Yo he oído de demoliciones de casas, arrestos, puestos de control, pero violación? La violación no es común entre soldados israelíes y mujeres palestinas, estoy familiarizado con las cifras del COGAT [Coordinador del Gobierno para las Actividades en los Territorios], y sigo las fuentes de noticas palestinas, y nunca he oído de un incidente como ese. De dónde sacaste esa cosa? Yo tenía una lista, matanza de bebés, sí, violación, sí, oh espera, esa es una nueva, y debo escribirla.

“Después ellos hablan sobre Gaza como el lugar más densamente poblado en el mundo”, continúa él. “y yo estoy como, no se fíen de mi palabra, vayan a los mapas de Google y vean los campos vacíos por ustedes mismos. La campaña de SAUJS [Unión de Estudiantes Judíos Sudafricanos] fue llamada Vea a Israel por Usted Mismo y fue increíble. Nosotros decimos, ¨No nos escuchen a nosotros, quizás nosotros estamos parcializados. No los escuchen a ellos, son peligrosos. Vayan a leer por ustedes mismos”, dice él.

“La gente estaba fascinada de que yo estaba ahí como un árabe israelí -el que estuviera tuvo un impacto enorme. La gente de BDS dio breves estallidos de propaganda pesada. Nosotros pasamos 45 minutos con la gente respondiendo sus preguntas”.

Mahamed saca un vídeo de los estudiantes sudafricanos agradeciéndole a su equipo por estar en un lugar seguro en el campus donde ellos podían hacer preguntas y recibir respuestas, y donde ellos fueron alentados a pensar por sí mismos.

Expresaron rabia porque les habían mentido y ahora apoyan a Israel.

Cuando se le preguntó cuál siente que es la solución, Mahamed solamente sonríe. “Nosotros no ofrecemos soluciones, nosotros educamos. No queremos adoctrinar -eso es lo que hace el otro lado. Sólo queremos que la gente piense”.

Justo antes del momento de entrar en prensa, Mahamed actualizó a Metro sobre acontecimientos recientes difíciles. Un vídeo que él había hecho para StandWithUs fue recogido por fuentes de noticias árabes locales. Ellos lo difundieron, añadiendo afirmaciones falsas de que a Mahamed le había enseñado inglés SWU, que él estaba pagado por el gobierno y otras mentiras, incluyendo incitamiento contra él. En unas pocas horas, la policía lo contactó y le aconsejó que presentara un informe a la policía de Umm el-Fahm y dejara la ciudad por un tiempo.

La policía está investigando y Mahamed se ha mudado a Jerusalem. Han sido unos cuantos días estresantes, dice él, pero como siempre se está manteniendo positivo.

 

Fuente: The Jerusalem Post
Traducción: Consulado General H. de Guayaquil



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