Hezbolá se prepara para una confrontación con Israel, pero la decisión final es de Irán

La ofensiva incluiría el aumento del lanzamiento de cohetes. Los objetivos políticos y disuasorios de Biden con su visita a Israel.

Espadas de Hierro, Día 11. Hezbolá está preparando sus fuerzas para una confrontación a gran escala con Israel, incluido el aumento del lanzamiento de cohetes contra el frente interno israelí, según informes de medios de comunicación libaneses y árabes, y fuentes políticas en el Medio Oriente y los Estados Unidos que confirman la información. Al mismo tiempo, las mismas fuentes creen que Hassan Nasrallah y los líderes de Hezbolá no están interesados en una confrontación total, es decir, una guerra con Israel, sino a lo sumo en batallas a lo largo de la frontera. Pero creen que la decisión final recaerá en consulta con los líderes de Teherán. Si los iraníes presionan y exigen que Nasrallah intervenga, lo hará tal como lo hizo cuando le exigieron que interviniera en nombre de Bashar Assad, cuando su régimen estaba en peligro en la guerra civil siria. Incluso entonces, Nasrallah no estaba interesado en esto, y finalmente se vio obligado a obedecer las órdenes del líder supremo de Irán, Ali Khamenei.


El líder supremo iraní Ali Khamenei (izq.) junto con el líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah.

 En las últimas 24 horas, Hezbolá ha intensificado sus provocaciones en la frontera, aparentemente en la creencia de que Israel mostrará moderación en esta etapa debido a la visita del presidente Joe Biden, programada para el miércoles. Según todos los indicios, Hezbolá cree que Israel mostrará moderación en el escenario norte en el futuro, al menos hasta que complete la primera fase de su ofensiva en la Franja de Gaza. Según todas las evaluaciones, la decisión de iniciar una guerra total se tomará en Teherán y Beirut después de que Israel entre en la Franja de Gaza.

La visita de Biden pretende lograr varios objetivos. La primera es que Israel ponga fin al gobierno de Hamás y a las capacidades militares en la Franja de Gaza sin desestabilizar todo el Medio Oriente. En otras palabras, sin que Hezbolá, Irán y otros elementos leales a él entren en una guerra con Israel. Según funcionarios estadounidenses e israelíes, no se trata de un dictado impuesto por Estados Unidos, sino de un interés común d Estados Unidos e Israel.


El humo se eleva sobre el lugar del impacto de los proyectiles de Hezbolá en la frontera con el Líbano.
(Ynet)

La visita de Biden a la región es parte de una demostración de fuerza diseñada para dejar claro a Irán y Hezbolá que si lanzan misiles y cohetes contra el frente interno israelí, Estados Unidos participará en interceptarlos. No se espera la participación estadounidense sobre el terreno, y la asociación para interceptar misiles y cohetes sólo entrará en funcionamiento si Israel lo solicita, pero el presidente estadounidense cree que con su sola presencia en la región le indicará a Teherán que no vale la pena iniciar una guerra total con Israel, tanto porque no será efectiva, como porque Irán, Hezbolá y el Líbano en su conjunto pagarán un alto precio similar al pagado por Gaza.

El segundo objetivo del presidente estadounidense es garantizar que se tomen medidas humanitarias con la población de Gaza de una manera que ayude a Estados Unidos a proporcionar a Israel apoyo y legitimidad internacional y estadounidense para agotar las medidas ofensivas en la Franja de Gaza, que durarán un tiempo relativamente largo, probablemente varios meses. Es importante que Biden mantenga su apoyo en el Congreso, y especialmente en el ala liberal del Partido Demócrata, para que pueda seguir proporcionando a Israel ayuda de todo tipo.


Joe Biden descenderá del Air Force One en Israel.
(AFP)

El presidente estadounidense tiene otro objetivo político interno. Sabe que la guerra de Israel cuenta con el apoyo de la opinión pública estadounidense, que ve la masacre del 7 de octubre como análoga al ataque de Al Qaeda del 11 de septiembre y a la brutalidad de ISIS al apoderarse de grandes partes de Oriente Medio a través de una brutal estrategia de intimidación. Biden quiere utilizar esta simpatía por la causa israelí para aumentar su apoyo y sus posibilidades en las próximas elecciones presidenciales de Estados Unidos a finales de 2024.

En los próximos días, las FDI cambiarán de marcha para no empañar la histórica visita de apoyo de un presidente estadounidense a Israel, que se encuentra en medio de una guerra. Esta visita señala que la conexión entre Israel y Estados Unidos va mucho más allá de la amistad, y no requiere un pacto formal de defensa para que los estadounidenses apoyen a Israel de manera incompleta. Biden quiere que este mensaje estratégico sea bien recibido en Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos y en todo el Medio Oriente.

 

Fuente: Ynet Español
https://www.ynetespanol.com/global/israel/article/sjycegn11a



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