Una cirugía innovadora ayuda a una mujer israelí a hablar nuevamente después de 10 años

Le diagnosticaron disfonía espasmódica, también conocida como distonía laríngea – un trastorno neurológico que puede afectar la voz y el habla.

Por Judy Siegel-Itzkovich


Se realiza una cirugía (ilustrativa) (Foto: INGIMAGE)

Shirli Aharon, una mujer casada de 53 años, madre de tres hijos de Eilat y propietaria de un negocio independiente de traducción, no recuerda la última vez que habló con regularidad.

Hace aproximadamente una década, comenzó a tener dificultades para hablar, las cuales empeoraron con el tiempo hasta que fue incapaz de pronunciar una sola palabra de forma continua. Shirley comenzó a encerrarse cada vez más en sí misma hasta que dejó de comunicarse con el entorno.

Le diagnosticaron disfonía espasmódica, también conocida como distonía laríngea – un trastorno neurológico que puede afectar la voz y el habla.

¿Qué es la disfonía espasmódica?

Es una afección que dura toda la vida y que hace que los músculos que generan la voz de una persona sufran períodos de espasmos. En algunos casos, el trastorno es temporal o puede mejorar mediante tratamiento. Comúnmente comienza cuando un adulto alcanza la edad media y las mujeres se ven afectadas con más frecuencia que los hombres.

Una persona famosa que padece la enfermedad es Robert F. Kennedy Jr., candidato del Partido Demócrata a la presidencia de Estados Unidos, de 69 años, abogado ambientalista estadounidense y político que desarrolló una voz ronca en 1996.

La enfermedad es un trastorno de la voz cuya causa exacta se desconoce, pero la mayoría de los casos son el resultado de un desencadenante en el cerebro y el sistema nervioso que puede afectar la voz. A veces es causado por estrés psicológico. Aunque no pone en peligro la vida, si la cambia a los pocos que la padecen.


Un médico con una paciente (ilustrativo) (Foto: INGIMAGE)

Los expertos en disfonía espasmódica estiman que la afección afecta sólo al 2% de la población y, a menudo, aparece entre los 20 y los 50 años de edad.

Los síntomas incluyen pausas o interrupciones en el habla, a menudo cada pocas frases; una voz ronca y áspera que también puede sonar tensa, estrangulada o ronca y entrecortada (conocida como disfonía de aductores); discurso que suena extraño y difícil de entender; y dificultad gradual o repentina para hablar. Algunas personas tienen problemas de tono muscular en otras partes del cuerpo, como el calambre del escritor.

No ha habido cura, pero se ha aliviado con inyecciones de Botox, trabajando con un médico con experiencia en los comportamientos necesarios para producir una voz saludable y, más recientemente, con cirugía.

La nueva opción quirúrgica desarrollada por médicos en Japón para la disfonía espasmódica es una miectomía tiroaritenoidea bilateral – escisión de parte de un músculo – después de la cual se extrae tejido graso del abdomen y se inserta en las cuerdas vocales para rellenar el músculo y evitar cicatrices. Esto debilita las cuerdas vocales bilateralmente para prevenir espasmos.

“Perder la voz ocurrió en un proceso muy largo durante el cual fui a innumerables médicos para tratar de diagnosticar el problema y cada vez me revisaban y me decían que todo estaba bien y me enviaban a casa sin un diagnóstico”, recordó Aharon. “Me daba mucha vergüenza; cada vez que hablaba, sentía que mi corazón se encogía por dentro. Me disculpaba con la gente por las razones por las que mi voz estaba distorsionada o ronca. Fue terrible. No podía hablar con la gente del trabajo y promocionar mi negocio, lo que me perjudicó económicamente. Tuve dificultades con las cosas más simples.

«Todos los días tenía que programar citas para médicos y exámenes, hablar con mi familia y mi esposo, y lo más difícil fue que mi hija tenía que acompañarme a hacer las compras porque no podía decirle clara y continuamente mi número de teléfono al cajero en el supermercado.

«Todo se convirtió en una pesadilla».


Dra. Yael Oestreicher-Kedem y Shirli Aharon (Foto: Centro Médico Tel Aviv Sourasky)

Cómo se identificó y trató el síntoma

Hasta hace dos años, Aharon acudía a un otorrinolaringólogo de la comunidad que le diagnosticó su enfermedad. La derivaron a la cirujana de cabeza y cuello de Sourasky, la Dra. Yael Oestreicher-Kedem, directora de la clínica de voz y deglución.

Oestreicher-Kedem explicó que las personas que padecen la enfermedad experimentan una contracción anormal de las cuerdas vocales al hablar, por lo que su voz suena tensa, entrecortada y ahogada o débil según el tipo de distonía. Para los pacientes con la enfermedad, hablar implica mucho esfuerzo y, en ocasiones, resulta incomprensible.

La mala calidad de la voz puede provocar aislamiento social, miedo a hablar en sociedad y soledad. La enfermedad suele aparecer durante la menopausia y es más común en mujeres, su incidencia es en promedio de solo cinco pacientes por cada 100.000 personas, y debido a su lento desarrollo a lo largo de los años, existe dificultad para identificarla, por lo que existen pacientes con la enfermedad que lo padecen durante años sin el tratamiento adecuado hasta que se realiza el diagnóstico correcto”.

Aharon dijo que cuando conoció a la especialista de Sourasky, finalmente sintió que “por fin, después de 10 años, había un médico frente a mí que me ve, me escucha y se preocupa por mí. Comencé a recibir tratamiento con inyecciones de Botox, lo que me ayudó y logró tratar los síntomas pero no me llevó a la cura. La Dra. Oestreicher-Kedem me habló de una operación innovadora que aún no se había realizado en Israel y que se realizaba en varios centros del mundo, con altísimas posibilidades de curación. No dudé ni un momento y acepté la operación con total fe en sus maravillosas habilidades”.

La semana pasada se sometió a la innovadora cirugía para cortar las fibras nerviosas que inervan el músculo central de las cuerdas vocales realizada por Oestreicher-Kedem con el Dr. Yuval Nahlon. “Esta es una operación que se realiza por vía endoscópica, por la boca, sin cicatrices externas y requiere un alto grado de habilidad quirúrgica en la cirugía de cuerdas vocales.

«Se hicieron incisiones en las cuerdas vocales, exponiendo las delicadas fibras internas del nervio que inerva el músculo central de las cuerdas vocales, y luego se cortaron. Según los médicos, la cirugía fue un gran éxito y ya el mismo día Aharon, que antes de la operación padecía una voz tensa y fragmentada, se despertó con una voz “liberada” y un habla fluida.

Regresó a su casa en Eilat esta semana y dijo: “Siento que he renacido; pensar que hasta hace un año me planteé aprender lengua de signos y abandonar el habla por el resto de mi vida. Nadie hará que me calle ahora”.

Traducido: Consulado General H. de Israel en Guayaquil
Fuente: The Jerusalem Post
https://www.jpost.com/health-and-wellness/article-756568



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