Vendaje hecho con su propia sangre trata heridas que no cicatrizan

Por Sara Molinero


El coágulo de sangre le dice al cuerpo que hay una herida que necesita tratamiento (Cortesía)

Para muchos millones de personas que viven con enfermedades como la diabetes que afectan el flujo sanguíneo, un pequeño corte o un rasguño puede tener graves consecuencias médicas.

Las personas con estas condiciones luchan con heridas que sanan fácilmente en otros, dejándolos vulnerables a infecciones graves que en algunos casos pueden ser fatales.

Ahora, una startup israelí ha creado un «vendaje» hecho con su propia sangre para curar estas heridas potencialmente mortales que el cuerpo no puede curar por sí mismo.

Las personas con diabetes, una condición que según la Organización Mundial de la Salud afecta a más de 400 millones en todo el mundo, pueden experimentar una circulación sanguínea deficiente, lo que significa que la sangre del cuerpo no puede proporcionar los nutrientes necesarios para el crecimiento celular en las áreas heridas.


El coágulo de sangre se hace fuera del cuerpo y luego se lo coloca sobre una herida que no cicatriza (Cortesía)

Los coágulos de sangre son la primera línea de defensa cuando nuestro cuerpo sufre una herida o traumatismo que provoca sangrado debido a la ruptura de un vaso sanguíneo. Los coágulos son una sustancia similar a un gel formada por la coagulación de la sangre que detiene el sangrado, razón por la cual no sufre una pérdida masiva de sangre después de una lesión menor como cortarse el dedo con un cuchillo.

Los coágulos también tienen otros objetivos. El segundo es liberar hormonas para decirle al cuerpo que ha habido una lesión que necesita curarse. El cuerpo sabe que para curar la herida necesita enviar glóbulos blancos para regenerar los vasos sanguíneos.

El tercer objetivo es proporcionar una especie de «andamio» para apoyar el proceso de curación llevado a cabo por los nutrientes a medida que regeneran las células dañadas.

Pero cuando su flujo de sangre está restringido por una enfermedad, puede ser problemático crear un coágulo y enviar esos glóbulos blancos y otros nutrientes al sitio de la herida.

La solución ideada por la empresa MedTech RedDress estimula el proceso de curación, mediante el uso de su propia sangre para formar un coágulo fuera del cuerpo.


El sistema RedDress utiliza una pequeña fracción de la sangre donada por un donante.
(Pexels)

‘Engañar’ al cuerpo para que sane

El tratamiento «ActiGraft» toma una cantidad muy pequeña de su sangre para crear un coágulo de sangre externo utilizando un método patentado, explica el director ejecutivo de RedDress, Alon Kushnir. El proceso requiere unos 20ml de sangre, frente a los 500ml que supone una donación de sangre promedio.

El coágulo se crea dentro de una pequeña caja transparente al mezclar la sangre y la fórmula única de RedDress. Después de varios minutos, la mezcla se convierte en un coágulo y se puede sacar de la caja.

Luego, el coágulo recién creado se aplica directamente sobre o dentro de las heridas que no cicatrizan, estimulando el crecimiento de las células que se necesitan para la reparación.

“Tomamos el coágulo de sangre y lo trasplantamos nuevamente al cuerpo del paciente. Cuando hacemos eso, engañamos al cuerpo haciéndole creer que hay una herida sangrante. Y el cuerpo reinicia el proceso de curación y comienza a curar las heridas que antes no curaba”, le dijo Kushnir a NoCamels.

Kushnir cita el ejemplo de una mujer cuya diabetes le había causado úlceras tan graves que la dejó atada a una silla de ruedas. El tratamiento RedDress, dice, curó sus heridas.

“Literalmente, le arreglamos el pie y pudo volver a caminar después de tres años”, dice.


Para los millones de personas que viven con enfermedades que afectan el flujo sanguíneo, un pequeño corte o rasguño puede tener graves consecuencias médicas.
(Pexels)

El tratamiento también es adecuado para heridas que no cicatrizan como las úlceras por presión, un problema que afecta a las personas encamadas o con problemas de movilidad. Se producen cuando la presión constante sobre una parte del cuerpo detiene el flujo de sangre a un área de la piel y las células mueren.

También es adecuado para las fístulas anales causadas por dolencias como la enfermedad de Crohn, cuando una úlcera sin curar crea un canal que va desde el intestino a través de la superficie de la piel cerca del ano.

“Tomamos la sangre, la mezclamos y luego inyectamos la sangre en la fístula. La llenamos y la curamos”, dice Kushnir.

La empresa fue fundada en 2009 por el padre de Kushnir, Igal, un médico que inventó el proceso de coágulo de sangre externo. Tanto padre como hijo cuentan con una amplia experiencia en el sector MedTech.

“Al principio, mi padre tuvo una idea sobre cómo proteger a las víctimas de quemaduras. Tomamos la idea, la desarrollamos y comenzamos a trabajar en ella en el laboratorio. Descubrimos que es muy poderosa para diferentes aplicaciones y nunca miramos hacia atrás”, explica Kushnir.


Alon Kushnir: Tomamos el coágulo de sangre y lo trasplantamos nuevamente al cuerpo del paciente (Cortesía)

El tratamiento se utiliza en más de 30 países de todo el mundo, incluidos Brasil, Turquía y Francia.

En Israel, lo utiliza la organización de mantenimiento de la salud más grande del país, Clalit, que brinda atención a más de la mitad de la población. Israel tiene un fuerte sector de tecnología médica y en 2022 ocupó el sexto lugar en el Índice mundial de innovación en el cuidado de la salud, por encima de EE. UU., Reino Unido, Dinamarca y Bélgica.

La compañía recibió la autorización de la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU.) en 2020para tratar heridas que no cicatrizan como úlceras y fístulas, y el coágulo se usa en hospitales y clínicas estadounidenses.

Ahora RedDress espera expandirse para tratar otros tipos de lesiones.

“La tecnología se puede aplicar en todo el cuerpo humano. Se puede aplicar en huesos, en tendones, en cartílagos, en células nerviosas. Cualquiera que sea la célula que tenga problemas para regenerarse, al usar el coágulo de sangre, podemos obligar al cuerpo a comenzar con la regeneración y comenzar a sanar”, dice.

Estos avances, sin embargo, aún se encuentran en la etapa de prueba y faltan de 5 a 10 años.

Por ahora, la empresa está satisfecha con sus resultados, ayudando a personas que antes creían que no podían ser ayudadas. Kushnir describe a un paciente con fístulas múltiples que dijo que nunca podría ir a la playa con sus hijos.

“Después de dos semanas de tratamiento, vino a hacerse un chequeo. Y él dijo: ‘Fui a la playa ayer’. Este es el tipo de cosas que nos motivan”.

 

Traducción: Consulado General H. de Israel en Guayaquil
Fuente: NoCamels
https://nocamels.com/2023/06/bandage-made-from-your-own-blood-treats-non-healing-wounds/



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