Hospital israelí ofrece a pacientes con cáncer nueva esperanza gracias a nueva tecnología

Recientemente, Newsweek incluyó al Instituto de Oncología Sharett de Hadassah entre los mejores centros médicos del mundo – el único centro médico en Israel que se ubicó en su clasificación.

 Por personal de Jerusalem Post


Centro Médico de la Universidad Hadassah (Foto: AVI HAYOUN)

Cuando se le preguntó acerca de los motivos que hacen que el Departamento de Oncología del Centro Médico Hadassah sea uno de los mejores del mundo, el Director General de Hadassah, Prof. Yoram Weiss, señala primero al personal.

“Nuestra prioridad es tener los mejores médicos, los mejores investigadores y los mejores educadores, lo que informa nuestras decisiones financieras. Esto fue cierto en el pasado, es cierto en el presente y, por lo que veo, también lo será en el futuro”, dijo Weiss.

Recientemente, Newsweek incluyó al Instituto de Oncología Sharett de Hadassah entre los mejores centros médicos del mundo – el único centro médico en Israel que se ubicó en su clasificación.

Según Weiss, los logros de Hadassah en el campo encarnan perfectamente el enfoque de Hadassah, que combina atención médica e investigación.

Con el fin de maximizar el potencial que ofrecen las nuevas tecnologías y la innovación israelí, Hadassah también ha creado herramientas para cerrar la brecha entre los médicos, así como entre los investigadores y la industria.


Un pasillo en el departamento de oncología y hematología pediátrica del Centro Médico de la Universidad Hadassah en Ein Kerem (Foto: Cortesía)

“Hace unos 25 años, establecimos una empresa de transferencia de tecnología que se ocupa de los tratamientos desarrollados en Hadassah y también trata con empresas que acuden a nosotros para probar y mejorar sus productos”, dijo Weiss. “También hemos desarrollado una incubadora, donde brindamos a las startups acceso a los servicios e infraestructura que un hospital como el nuestro puede ofrecer”.

La fuerte conexión entre el hospital, la Universidad Hebrea de Jerusalén y la industria también es crucial según el Prof. Aron Popovtzer, director del Instituto de Oncología Sharett. Para vincular los tres, el Instituto Sharett estableció el Instituto de Investigación del Cáncer Hadassah.

“Esta conexión es lo que nos permite ofrecer tratamientos que no están disponibles en la gran mayoría de los hospitales del mundo, y definitivamente tampoco en Israel”, dijo.

“Por ejemplo, hemos establecido un Centro de Protones, el primero en el Medio Oriente, en cooperación con una empresa nueva llamada P-Cure”, agregó.

La radiación regular funciona a través de partículas conocidas como fotones, explicó. Un tratamiento basado en fotones es muy poderoso para curar la enfermedad, pero al mismo tiempo causa muchos efectos secundarios no deseados porque el haz de radiación no es lo suficientemente preciso para apuntar solo a la enfermedad y no a los tejidos sanos.

“Los protones funcionan de una manera diferente, gracias a una característica específica que presentan llamada ‘pico de Bragg’”, dijo Popovtzer. “Esta propiedad permite que el haz de radiación se detenga abruptamente después de alcanzar su objetivo, lo que significa limitar significativamente la toxicidad del tratamiento”.

Los protones son particularmente importantes para los tipos de tumores en los que el impacto en las áreas que rodean a las células cancerosas sería especialmente dañino.

“Por ejemplo, si un tumor está ubicado exactamente cerca del nervio óptico de un paciente, que es responsable de su vista, un tratamiento con fotones podría correr el riesgo de que la persona quede ciega, mientras que con protones el problema se resuelve”, dijo Popovtzer.

Además, el Centro de Protones de Hadassah, que está realizando varios ensayos clínicos patrocinados por P-Cure, ofrece una característica única: en lugar de recibir el tratamiento mientras está acostado, el paciente se sienta y esto permite a los médicos orientar el haz de radiación con mayor precisión.

El hospital también está trabajando para ofrecer a los pacientes con cáncer la posibilidad de someterse a la radiación Alfa, en lugar de la radiación regular, en asociación con una empresa llamada Alpha Tau.

“En comparación con la radiación regular a través de fotones, la radiación Alfa ofrece la ventaja de ser más poderosa, pero también presenta la desventaja de cubrir un área mucho más pequeña, con el riesgo de que el tumor crezca fuera de ella”, dijo Popovtzer.

Hadassah y Alpha Tau ya realizaron un estudio exitoso usando la tecnología de radiación Alfa de la compañía para tratar cánceres de cabeza, cuello y piel con partículas Alfa (patrocinado por la propia compañía). Ahora están trabajando en un nuevo estudio para usar este tratamiento para tratar tumores que no se pueden tratar con radiación regular.

“Por ejemplo, existe una gran necesidad insatisfecha de tratar los tumores de páncreas y pulmón”, dijo Popovtzer.

Hadassah ofrece muchos otros proyectos innovadores, incluido un proyecto de prueba genómica, que emplea inteligencia artificial para identificar mutaciones.

“Evaluamos a todos los pacientes en busca de cambios genómicos en sus tumores, y usamos inteligencia artificial para identificar el mejor tratamiento en base a los resultados de estas pruebas, encontrando respuestas que no solo son relevantes para ellos sino también para futuros pacientes que puedan presentar características similares, dijo Popovtzer.

Otra innovación más está en el campo de la inmunoterapia.

“La inmunoterapia significa combatir el cáncer a través del sistema inmunitario”, explicó el Prof. Michal Lotem, director del Centro de Inmunoterapia para el Melanoma y el Cáncer de Hadassah y del Instituto de Investigación del Cáncer de Hadassah.

“En muchos casos, el cáncer marca la falla del sistema inmunológico de una persona para atacar la enfermedad”, agregó. “En oncología, gran parte de los tratamientos que administramos se enfocan en fortalecer el sistema inmunológico con lo que llamamos ‘inhibidores de puntos de control inmunológicos’.

El Instituto Nacional del Cáncer de EE. UU. describe los inhibidores de puntos de control inmunitarios como “un tipo de medicamento que bloquea las proteínas llamadas puntos de control que fabrican algunos tipos de células del sistema inmunitario, como las células T y algunas células cancerosas”.

Estos puntos de control ayudan a evitar que las respuestas inmunitarias sean demasiado fuertes, pero a veces pueden evitar que las células T destruyan las células cancerosas.

Según Lotem, a menudo, con los tratamientos actuales de última generación, la respuesta inmunitaria del paciente sigue siendo demasiado débil para ser eficaz contra el cáncer. La nueva tecnología desarrollada por Hadassah, por lo tanto, tiene como objetivo ofrecer a los pacientes células inmunitarias adicionales y más fuertes cultivadas en el laboratorio.

“Tomamos una muestra de glóbulos blancos de la sangre del propio paciente y generamos una gran cantidad de glóbulos blancos”, dijo. “Después, mediante técnicas de ingeniería genética, insertamos en estas células un gen sintético que les permite reconocer específicamente el cáncer. El proceso es obviamente muy complejo”.

Entre otros, la iniciativa cuenta con el apoyo del Ministerio de Salud. El hospital ya está administrando este tratamiento innovador a algunos pacientes con cáncer.

“Actualmente les estamos dando dosis crecientes de células modificadas cada vez, y pronto alcanzaremos la dosis más alta que planeamos probar, para verificar que el tratamiento no solo sea efectivo contra el cáncer sino también seguro para los tejidos sanos”, dijo Lotem.

Incluso si hasta ahora el tratamiento se ha administrado solo en dosis más bajas, los médicos ya están presenciando retrasos en la progresión de la enfermedad y una disminución de los marcadores de cáncer en la sangre de los pacientes.

Lotem señaló que esta tecnología puede ayudar a los pacientes cuyo cáncer – sin importar el tipo – exprese la proteína específica que permite que las células modificadas se dirijan al tumor.

“Creo que en los próximos años desarrollaremos aún más tipos de inmunoterapia, lo que nos permitirá atacar los cánceres que hoy en día no se tratan con la suficiente eficacia”, dijo.

 El apoyo de Hadassah, en colaboración con la la Fundación de Investigación Médica Dra. Miriam y Sheldon G. Adelson (AMRF), ha sido fundamental para su trabajo, dijo Lotem.

“Hadassah fomenta activamente la investigación, que es algo que otros hospitales no hacen”, dijo.

“Nuestro proyecto de terapia celular es el resultado de una sólida colaboración entre los médicos del Instituto Sharett, los investigadores puros de nuestros laboratorios y el Departamento de Trasplante de Médula Ósea”, concluyó. “Es un proyecto institucional y muestra cuántos socios diferentes se necesitan para que los pacientes reciban un tratamiento tan ambicioso e innovador”.

 Este artículo fue escrito en cooperación con Hadassah.

 

Traducción: Consulado General H. de Israel en Guayaquil
Fuente: The Jerusalem Post
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