El Technion de Israel y la U. de Haifa anuncian una innovadora colaboración en microarqueología

Dado que los excavadores necesitan ciencia de vanguardia y equipos de laboratorio avanzados para estudiar los hallazgos a nivel molecular, los académicos dicen que la asociación beneficiará a ambas instituciones.

Por Melanie Lidman


El Prof. Israel Finkelstein habla en un seminario en el lanzamiento de la colaboración entre la Escuela de Arqueología y Culturas Marítimas de la Universidad de Haifa y el Technion, en el Technion en Haifa el 18 de enero de 2023.
(Rami Slush/Technion).

Para algunos arqueólogos modernos, las palas y los picos ya son historia antigua. Las herramientas que conducen a descubrimientos revolucionarios en la actualidad son los microscopios, la secuenciación del ADN y la inteligencia artificial, según los profesores que lanzaron el miércoles una nueva iniciativa conjunta en ciencias arqueológicas entre la Universidad de Haifa y Technion, el Instituto de Tecnología de Israel.

El Technion y la Escuela de Arqueología y Culturas Marítimas de la Universidad de Haifa están profundizando en la arqueología a un nivel microscópico y descubriendo nueva información sobre la vida cotidiana. La iniciativa conjunta alentará y apoyará la cooperación entre las dos instituciones, incluido el intercambio de experiencia y equipos de laboratorio, y financiará un total de ocho puestos de investigación, desde maestrías hasta posdoctorados, para estudiantes que realicen investigaciones que sirvan de puente entre las dos escuelas.

Aunque muchos arqueólogos en todo Israel colaboran con profesores y laboratorios en diferentes universidades, esta es una de las primeras colaboraciones formales entre múltiples facultades en las escuelas, en lugar de solo individuos.

Docenas de investigadores, estudiantes y aficionados a la arqueología de todo Israel asistieron a un seminario que lanzó la colaboración el miércoles en el Technion. Los arqueólogos que ya están utilizando las ciencias arqueológicas de vanguardia impartieron ocho conferencias breves.

“La arqueología es como este barco realmente enorme que iba en una dirección hace 20 años, y ahora va en una dirección completamente diferente”, dijo el Prof. Israel Finkelstein, director de la Escuela de Arqueología y Culturas Marítimas de la Universidad de Haifa, a The Times of Israel el miércoles.

«Antes, el barco iba en la dirección tradicional, que ahora llamamos ‘macroarqueología’. Esta es arqueología que puedes ver con tus ojos normales y del tipo en el que no necesitas laboratorios científicos», dijo Finkelstein.

Si bien los descubrimientos como fortalezas, altares, muros de piedra, esculturas, monedas, fragmentos de pergaminos y figurillas son impresionantes – y fáciles de fotografiar – en la última década la arqueología también ha dado un giro hacia adentro, hasta el nivel celular, dijo Finkelstein.

Ha habido una explosión de investigación utilizando métodos científicos de vanguardia. El miércoles, arqueólogos de la Universidad de Haifa presentaron su investigación sobre la extracción de ADN de semillas de uva antiguas para identificar a su pariente vivo más cercano; análisis bioquímicos de desechos animales; IA y algoritmos para identificar marcas de pedernal y dientes en huesos de animales de hace 40.000 años; y análisis químico para identificar la resina de cannabis en un antiguo altar. Estos métodos de investigación han permitido nuevos conocimientos sobre la vida cotidiana de las personas cuyos hábitats ya han sido excavados por arqueólogos durante décadas.

Estos nuevos desarrollos requieren laboratorios altamente especializados e investigadores con experiencia en la metodología relevante específica. Por esa razón, a las instituciones les resulta útil colaborar y aunar recursos.

Los investigadores del Technion y la Universidad de Haifa ya han cooperado en algunos proyectos dispersos, pero el objetivo de la red es fortalecer aún más los lazos.

El esfuerzo ya era evidente el miércoles en el seminario. La profesora Deborah Cvickel de la Universidad de Haifa, que colaboró con el profesor Moris Eisen del Technion, de la facultad de química, exploró cómo se protegían las velas antiguas del agua y la sal en el siglo VIII para la recreación del barco Maagan Michael II.

Donde la arqueología y las ciencias exactas se encuentran

Finkelstein, profesor emérito de la Universidad de Tel Aviv, es uno de los arqueólogos más destacados de Israel. Ha publicado más de 400 artículos y una docena de libros, y su investigación utilizando nuevos métodos científicos ha revolucionado la forma en que los arqueólogos de todo el mundo entienden el antiguo Israel. Ha recibido el premio Dan David en Israel y es miembro de la Academia de Ciencias y Humanidades de Israel, miembro internacional de la Académie des Inscriptions et Belles Lettres de Francia y de la Academia Estadounidense de las Artes y las Ciencias.

Después de unirse a la Universidad de Haifa hace poco más de un año, uno de sus principales objetivos fue establecer un conducto más formal para la colaboración con el Technion, dijo.

“En la Universidad de Haifa, también tenemos investigadores en niveles muy altos de investigación científica, pero es muy importante cruzar el puente en dirección de las ciencias de la computación, las ciencias de los materiales, la química y la biología, y los lugares donde el Technion es realmente fuerte» dijo. “Cuando más investigadores se reúnen para intercambiar ideas, se vuelve aún más poderoso”.


El Prof. Israel Finkelstein de la Universidad de Haifa, a la izquierda, y el Prof. Jacob (Koby) Rubinstein, vicepresidente ejecutivo de investigación del Technion, en el seminario de lanzamiento de la colaboración entre las dos instituciones el 18 de enero de 2003, en el Technion de Haifa.
(Rami Shulsh/Technión)

«Los investigadores de hoy realmente demostraron que no hay investigación arqueológica moderna sin ciencias exactas», dijo el profesor Assaf Marom, director de Educación Anatómica del Technion en la Facultad de Medicina e investigador principal del Laboratorio de Anatomía y Evolución Humana.

“Creo que los estudiantes de Technion, cuando se les presente la arqueología y se les muestre cómo estos métodos científicos se pueden aplicar a la arqueología, querrán ser parte de esto”, dijo Marom. “Se trata de poder estudiar cosas como, ¿Cómo llegamos a ser quiénes somos? ¿Qué pasó en la historia de la humanidad?

Impulsando nuevas conexiones, por teleférico y cooperación


Una vista desde el teleférico que desciende de la Universidad de Haifa hacia el Technion el 18 de enero de 2023.
(Melanie Lidman/Times of Israel)

Tanto Marom como Finkelstein estuvieron de acuerdo en que hay una pieza de tecnología que facilitó aún más la cooperación: el nuevo teleférico de transporte público de Haifa, estrenado en abril del año pasado, que circula constantemente entre las dos universidades y la estación central de trenes y autobuses de HaMifratz. El teleférico significa que las dos universidades ahora están separadas por un simple paseo de 10 minutos por encima de los árboles, con una vista del Mediterráneo brillando en la distancia.

El próximo semestre de primavera, los profesores de la Universidad de Haifa impartirán un curso en Technion que ofrecerá una introducción a las ciencias arqueológicas, para brindarles a los estudiantes de Technion una descripción general de qué tipo de investigación ya se está realizando. Esperan que el curso despierte interés dentro de la nueva cohorte y fomente la cooperación futura. Marom dijo que un número sin precedentes de 300 estudiantes de Technion se inscribieron en su curso, Evolución de Humanos, en el próximo semestre, lo que demuestra que los estudiantes están emocionados de probar en este campo.


Prof. Stephen Weiner, fundador y director del Centro Kimmel de Ciencias Arqueológicas.
(Cortesía)

De 2009 a 2014, Finkelstein codirigió el proyecto financiado por el Consejo Europeo de Investigación «Reconstrucción del antiguo Israel: la perspectiva de las ciencias exactas y biológicas» con el profesor Stephen Weiner, fundador y director del Centro Kimmel de Ciencias Arqueológicas en el Instituto Weizmann. Weiner fue uno de los primeros arqueólogos en llevar equipos de laboratorio al sitio de excavación, una acción que, según Finkelstein, ha revolucionado por completo la forma en que se manejan las excavaciones en la actualidad.

Hoy en día, los elementos que pueden proporcionar tanta información – cenizas de un incendio, fragmentos de huesos, semillas molidas u otro material orgánico – son fáciles de pasar por alto y botar accidentalmente. Cuando los laboratorios están en el sitio, los arqueólogos pueden realizar pruebas y asegurarse de que estos fragmentos microscópicos no se pierdan, y decidir en tiempo real cómo y qué excavar.

Finkelstein dijo que observar la revolución de la macroarqueología a la microarqueología durante su carrera ha sido desafiante e interesante, y ha requerido que los investigadores abran sus mentes a direcciones completamente nuevas.

“Siempre hemos estado haciendo preguntas sobre la historia y tratando de sacar interpretaciones de eso”, dijo Finkelstein. “Pero ahora, en el centro, entre la pregunta y la interpretación, podemos hacer una nueva investigación científica. Eso es algo increíblemente especial, combinar historia, humanidades e investigación científica, y nos permite interpretar las cosas de una manera nueva”.

 

Traducción: Consulado General H. de Israel en Guayaquil
Fuente: The Times of Israel
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