16 Nov ¿Por qué Irán no puede detener las protestas callejeras actuales contra el régimen?

El régimen de Irán pensó que las protestas terminarían 40 días después de la muerte de Mahsa Amini. Pero estaban equivocados. Las protestas continúan e Irán no puede controlarlas.

 Por Seth J. Frantzman

Protestas iraníes frente a las fuerzas de seguridad en Saqqez, noviembre de 2022 (Foto: 1500tasvir)

Irán ha estado tratando de sofocar a los manifestantes durante dos meses después de que salieran a la calle tras el asesinato de Jina Mahsa Amini por parte de la policía iraní a mediados de septiembre.

Amini fue detenida y acusada de no llevar el velo correctamente. Las protestas estallaron inicialmente en la región kurda del noroeste de Irán porque ella era kurda. Sin embargo, las protestas se extendieron rápidamente a Teherán y luego a todo el país.

Durante semanas, las fuerzas de seguridad y la policía de Irán intentaron hacer frente a las protestas utilizando métodos no letales. Esto contrasta con hace varios años cuando Irán masacró a manifestantes. Con algunas excepciones, como en Baluchistán, Irán no usó fuego real. A veces se enviaba a la policía con pistolas de paintball y otros tipos de armas.

El régimen de Irán sabía que estaba enfrentando una gran ola de ira y que su ataque a las mujeres estaba desencadenando un polvorín. El régimen decidió desde el principio tratar de neutralizar a los grupos minoritarios para que las protestas pudieran detenerse donde comenzaron en la región kurda y también en la región de Baluchistán en el sureste de Irán. Irán disparó misiles contra grupos de oposición kurdos en Irak a fines de septiembre.

Pero el fracaso de Irán es claro. Esta semana volvió a atacar a grupos kurdos en Irak y el régimen alega que decenas de activistas kurdos han cruzado a Irán para enfrentarse al régimen. Al mismo tiempo, el régimen ha antagonizado a Azerbaiyán y afirma continuamente que sus adversarios están respaldados por “sionistas”. Pero esta propaganda parece estar agotándose.

Una motocicleta de la policía arde durante una protesta por la muerte de Mahsa Amini, una mujer que murió después de ser arrestada por la «policía de la moralidad» de la república islámica, en Teherán, Irán, el 19 de septiembre de 2022. (Foto: WANA (AGENCIA DE NOTICIAS DE ASIA OCCIDENTAL) VÍA REUTERS)

Irán no puede controlar las continuas protestas

Irán no puede controlar las continuas protestas. De hecho, el régimen pensó que las protestas podrían terminar 40 días después de la muerte de Amini; con la esperanza de que el 26 de octubre termine el tradicional duelo. El régimen se equivocó, las protestas continúan.

Es difícil cuantificar las protestas, pero los videos publicados desde Irán parecen mostrar protestas en todo el país y ataques continuos contra símbolos del régimen. Esto incluye videos recientes de personas cantando “muerte” a las autoridades, saqueando o bombardeando oficinas gubernamentales, quemando las banderas de varios representantes del IRGC de Irán; o atacando estatuas y otras evidencias visibles del régimen. Por ejemplo, las imágenes del Líder Supremo Ayatolá Khamenei a menudo se ven en llamas. Algunas de las protestas también han tenido lugar en pueblos más pequeños; mostrando que este es un despertar en todo el país y el régimen no tiene fuerzas suficientes para hacer frente a todas las protestas.

Sin embargo, la represión continúa. Se puede escuchar disparos en algunos videos recientes y unas 15,000 personas han sido detenidas. Si bien se han exagerado los rumores de que Irán quiere ejecutar a todos los detenidos, el régimen, sin embargo, busca seguir deteniendo a personas y matará a algunas de ellas.

Otro problema para Irán es que puede estar enfrentando presiones económicas de otros sectores de la sociedad, como comerciantes o trabajadores del sector energético. Es difícil confirmar el alcance total de qué sectores se sumaron a las protestas o se declararon en huelga, pero sí parece que las autoridades no controlan partes del país, especialmente después del anochecer.

Irán también enfrenta desafíos en el extranjero. Irán se unió a la llamada “Comisión de la ONU sobre la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW por sus siglas en inglés)” de la ONU en marzo, pero ahora hay llamados para que se elimine al régimen. Irán se ha enfrentado a críticas sin precedentes en el extranjero, especialmente de los países occidentales.

Este tipo de crítica es inusual para el régimen. En el pasado, Teherán podía contar con el uso de los medios de comunicación occidentales para contar historias sobre «moderados» y podía enviar a su entonces ministro de Asuntos Exteriores, Javad Zarif, a Europa o Estados Unidos, donde sería recibido con una sonrisa y sería centro de atención. Pero hoy, Zarif no está e Irán no puede recibir la misma atención de ningún país occidental.

La capacidad de Irán también para movilizar grupos de presión en Occidente, del tipo que escribiría artículos de opinión sobre la necesidad de empoderar a los «moderados» o crear un nuevo «acuerdo» con Irán, ha disminuido. Muchas voces que en el pasado solían abogar por algún tipo de entendimiento con el régimen ahora apoyan las protestas. El régimen parece haber ido demasiado lejos. También está dando pasos en falso al armar a Rusia con drones, lo que ha enojado a Occidente, y su actitud antagónica hacia el Golfo y Azerbaiyán.

El 15 de noviembre, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC por sus siglas en inglés) del Departamento del Tesoro de EE. UU. dijo que estaba “sancionando a las empresas involucradas en la producción o transferencia en curso a Rusia de vehículos aéreos no tripulados (UAV por sus siglas en inglés) iraníes, que Rusia ha utilizado en ataques devastadores contra infraestructuras civiles en Ucrania”.

Por lo tanto, Irán se enfrenta a una serie de desafíos sin precedentes, en el frente diplomático, militar e interno. Su incapacidad para hacer malabarismos con todos estos problemas es clara. El hecho de que continúe arremetiendo contra los grupos kurdos, usando misiles para atacar Koya y otras áreas en la región del Kurdistán de Irak, es evidencia de que se siente amenazado. La pregunta es si las protestas pueden llegar al siguiente paso. Han ilustrado su capacidad para permanecer en las calles.

Los críticos de las protestas han señalado que no tienen líderes y no tienen un programa real; y que los regímenes como el de Teherán probablemente no serán derrocados por las protestas. Ahí es donde radica la raíz del problema. Irán no puede derrotar las protestas. Pero parece que las protestas tampoco pueden derrotar al régimen.

Traducción: Consulado General H. de Israel en Guayaquil
Fuente: The Jerusalem Post
https://www.jpost.com/middle-east/iran-news/article-722532