Un recorrido por la nueva instalación subterránea de la principal base de las FDI

Un enorme centro de operaciones para el jefe del Ejército, una caja fuerte con órdenes secretas, transmisión en vivo de todos los drones y puestos de observación, una cafetería y un gimnasio. Una mirada inusual al nuevo sitio subterráneo en el corazón de Tel Aviv desde donde se dirigirá la próxima guerra. ¿Cómo se deciden los nombres de las operaciones militares?

La nueva instalación subterránea de operaciones en HaKirya -la principal base del Ejército- iba a ser inaugurada por primera vez a principios de mayo durante un importante ejercicio de guerra de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) que debía simular un conflicto bélico con Gaza, el Líbano y Cisjordania. Sin embargo, la realidad se impuso al ejercicio militar.

El jefe de la División de Operaciones, el general de división Aharon Haliva, presentó una evaluación urgente durante una conversación con altos oficiales militares para llamar a las fuerzas al sur del país desde la nueva instalación subterránea, pero cada dos minutos tenía que aclarar si se trataba de un ejercicio o estaba sucediendo realmente.

Los sistemas en el nuevo “pozo” conectan al jefe de de las FDI y sus generales con cada escenario, con cada centímetro en el terreno, y no solo dentro de las fronteras de Israel.

Las salas de gestión de combate en el lugar se abrieron y luego cientos de oficiales y soldados comenzaron el enorme ejercicio «Carrozas de fuego», que en el momento de los disparos de cohetes hacia Jerusalem en mayo se convirtió en la operación “Guardián de los Muros”, y el resto es historia.


Nueva instalación subterránea de Hakirya.
(Unidad de Portavoces de las FDI)

No había ninguna silla vacía en el lugar. Cerca de 60 pantallas y monitores de varios tamaños transmitían en vivo para los generales todas las imágenes que provenían desde el terreno. Vieron desde allí las imágenes proporcionadas por los vehículos aéreos no tripulados y por las cámaras de vigilancia ubicadas en cada una de las fronteras, por los sistemas de detección de los barcos de la Armada, e incluso por las cámaras «Go Pro» que se encuentran en los cascos de los combatientes de las unidades especiales.

Las pantallas mostraban todo. Escuadrones de terroristas que intentaron infiltrarse en el área de Metula con artefactos explosivos, militantes de la Yihad Islámica que se dirigían a perpetrar un ataque cerca del moshav Netiv HaAsara o carreteras de Gaza que se convirtieron en cráteres debido a los bombardeos de las FDI contra los túneles de los terroristas que se encontraban bajo las rutas gazatíes.


Centro de operaciones en la nueva instalación subterránea de Hakirya.
(Unidad de Portavoces de las FDI)

 La entrada al nuevo “pozo” está bien custodiada por una fuerza civil, a pesar de que el lugar se encuentra en uno de los lugares más sensibles del país. El pasillo hacia la instalación está oculto en un rincón escondido en uno de los estacionamientos subterráneos de la base, donde hay estantes para guardar los teléfonos celulares.

A veces, la tentación de intervenir de los comandantes superiores era grande. Tomaban el walkie-talkie, cambiaban a la frecuencia de una brigada o un batallón y ordenaban al comandante táctico en el campo o a los pilotos de los aviones que atacaran de manera diferente, detener el fuego un momento o actuar desde otro ángulo.

Esto ya había sucedido el año pasado, cuando un escuadrón de francotiradores de Hezbollah se infiltró en el monte Dov, y el personal militar de alto rango que estaba en esos minutos tensos en la instalación subterránea del Mando Norte en Safed previó lo que estaba sucediendo en vivo y ordenó a las fuerzas en el terreno que ahuyentaran a los terroristas pero no los mataran.

Los sistemas en el nuevo “pozo” conectan al jefe de de las FDI y sus generales con cada escenario, con cada centímetro en el terreno, y no solo dentro de las fronteras de Israel.

La entrada secreta y los adornos de madera

Con una inversión de miles de millones de shekels y de manera paulatina, en los últimos años se ha establecido una instalación subterránea bajo la base HaKirya en Tel Aviv. En un extremo está la nueva instalación subterránea de la Fuerza Aérea, y cerca de ella se encuentra la del Estado Mayor, conocida como «El Observatorio».

Se trata de un sitio más pequeño, pero que posee alta tecnología y que es más moderno que el antiguo “pozo” mítico utilizado por líderes políticos y militares israelíes hasta la Segunda Guerra del Líbano en 2006 y la Operación “Plomo Fundido” en 2008.

En caso de emergencia o guerra, más de mil uniformados caminarán por la instalación, y no solo ellos. Hay puestos y salas para los representantes del Mossad, el Servicio de Seguridad Interior (Shin Bet), la policía, el ministro de Defensa y el primer ministro.


Imágenes de actividades de las FDI en el nuevo «pozo» de Hakirya.
(Unidad de Portavoces de las FDI)

 En esta instalación no están los interminables pasillos repletos de cables a la vista en sus techos, ni aquellas escaleras profundas, ni los laberintos subterráneos.

La entrada al nuevo “pozo” está bien custodiada por una fuerza civil, a pesar de que el lugar se encuentra en uno de los lugares más sensibles del país. El pasillo hacia la instalación está oculto en un rincón escondido en uno de los estacionamientos subterráneos de la base, donde hay estantes para guardar los teléfonos celulares.

Las paredes están adornadas con grandes imágenes de las actividades de las FDI en el aire, en el mar y en la tierra, junto con fotografías de los jefes del Ejército durante sus tareas más importantes llevadas a cabo en la instalación anterior. Las cámaras de seguridad vigilan cada rincón de los pasillos redondeados, adornos de madera embellecen las paredes blancas, y parece que se ha invertido bastante planificación en el diseño del lugar. Sensores adicionales detectan lo que sucede en cada rincón, especialmente en las salas de toma de decisiones.

Cuando el teléfono rojo suena

En el sitio hay pocos pisos, los cuales están conectados por elevadores. Nos recibe el Capitán A., oficial de investigación de la Unidad de la División de Operaciones, que se encarga de la administración de la instalación. Hay silencio en los pasillos y se puede contar con una mano el número de soldados que están en el lugar por la noche.

En caso de emergencia o guerra, más de mil uniformados caminarán por la instalación, y no solo ellos. Hay puestos y salas para los representantes del Mossad, el Servicio de Seguridad Interior (Shin Bet), la policía, el ministro de Defensa y el primer ministro.

Aquí es donde fluyen los informes iniciales de todos los sectores y frentes. Incendios en las montañas de Jerusalem, fuga de terroristas de una prisión o un soldado herido de bala. Si se produce un incidente de seguridad importante, en aproximadamente una hora, decenas de puestos en el “pozo” se llenarán con oficiales de todas las divisiones del Ejército y de los diversos cuerpos de seguridad.


Sala reservada para el primer ministro.
(Unidad de Portavoces de las FDI)

 Un oficial con rango de mayor, un veterano de la Brigada Kfir, está al mando del principal centro de operaciones, el cual está repleto de pantallas, la mayoría de las cuales están apagadas. En caso de emergencia, éstas proporcionarán a los altos mandos militares datos numéricos actualizados sobre el estado de las fuerzas en cada sector. Mientras tanto, solo muestran las últimas actualizaciones en los sitios de noticias.

De pronto sonó el teléfono rojo del oficial de guardia, quien recibió un informe de la sala de operaciones del Mando Sur. Un sospechoso palestino cruzó la valla fronteriza desde Gaza cerca de Kissufim. El informe se registró, y rápidamente llegó a los generales pertinentes, incluidos los secretarios militares del ministro de Defensa y del primer ministro y a los asesores del jefe de las FDI. Si la situación continúa, el reporte también llegará a los altos funcionarios mediante una nota o un susurro en el oído.

Aquí es donde fluyen los informes iniciales de todos los sectores y frentes. Incendios en las montañas de Jerusalem, fuga de terroristas de una prisión o un soldado herido de bala. Si se produce un incidente de seguridad importante, en aproximadamente una hora, decenas de puestos en el “pozo” se llenarán con oficiales de todas las divisiones del Ejército y de los diversos cuerpos de seguridad.

En un rincón del centro de operaciones del jefe de las FDI hay una caja fuerte brillante. Los oficiales del lugar no dicen qué hay dentro y, por supuesto, no la abren. En esta caja fuerte están ocultas las órdenes de emergencia más sensibles, a la espera de ser ejecutadas cuando llegue la directiva.


Caja fuerte con órdenes secretas para tiempos de emergencia.
(Unidad de Portavoces de las FDI)

Entre la habitación más codiciada y la cafetería

El nuevo “pozo” tiene un gimnasio, un comedor, duchas y salas de estar bien equipadas, pero también una cafetería que abrirá sus puertas en caso de emergencia.

Una pequeña escalera conduce a la sala de espera con cómodos sofás, detrás de la cual una de las puertas da al lugar más pequeño y codiciado del sitio: la sala de discusión privada destinada al jefe de las FDI y a un número limitado de oficiales y asesores.

«Con el debido respeto a Gaza, aquí estamos preparados para librar una guerra importante en la región norteña y en otras áreas simultáneamente”.


El nuevo «pozo» de Hakirya cuenta con una cafetería.
(Unidad de Portavoces de las FDI)


Gimnasio en la nueva instalación subterránea de Hakirya.
(Unidad de Portavoces de las FDI)

Teniente general R., jefe del Departamento de Control

Allí se puede hablar abierta y tranquilamente sobre los temas más importantes, ahondar en dilemas fatídicos y discutir sobre posibles cursos de acción para la continuación de una campaña militar. Es muy difícil conseguir ingresar a este lugar exclusivo, donde las discusiones duran muchas horas.

En el mejor de los casos, la sala tiene ocho asientos alrededor de la mesa y un número limitado de sillas para consejeros o asistentes. En el techo hay dispositivos de grabación integrados. Todo lo que se diga en la sala quedará grabado.

Guerra en vivo y en pantalla dividida

A través de las ventanas de la cabina de mando, la capitán A. ve y escucha las discusiones más secretas. Ella es responsable de todas las presentaciones con los datos operativos que se ejecutan en las pantallas gigantes ante los generales durante las operaciones, y es quien le presenta al jefe de las FDI las evaluaciones de situación con más frecuencia.

«Durante la operación ‘Guardián de los Muros’ nos encargamos de los incidentes operativos que ocurrieron simultáneamente en Gaza, el Líbano y Siria», dijo. «Desde aquí enviamos informes al jefe de las FDI para que pueda tomar las decisiones correctas», añadió.

Su comandante, el jefe del Departamento de Control, el teniente coronel R., estuvo allí en esos momentos el martes por la tarde, pocas horas antes del lanzamiento de cohetes hacia Jerusalem que derivó en la operación en Gaza.


El jefe de las FDI, Aviv Kojavi, en la nueva instalación subterránea de Hakirya.
(Unidad de Portavoces de las FDI)

«Entendimos que se iba a llevar a cabo una operación, y los nombres de este tipo de operaciones son decididos aquí por los oficiales, por lo que el jefe de un departamento propuso ‘Guardián de los Muros’. El nombre se elevó al jefe de las FDI, quien dio su aprobación”, explicó.

«Con el debido respeto a Gaza, aquí estamos preparados para librar una guerra importante en la región norteña y en otras áreas simultáneamente”, manifestó el teniente coronel R. «El arma más importante que tenemos aquí es la orden, la cual recibimos del jefe de las FDI y la entregamos a los comandos y divisiones y nos aseguramos de que llegue al último de los combatientes», agregó.

Aquí se redactan las órdenes y nos encargamos de que sean ejecutadas. Cuando empiezan los combates, le brindamos al jefe de las FDI una imagen actualizada de las cantidades y tipos de ataques realizados, como así también de los caídos y heridos de nuestras fuerzas y la planificación de la próxima batalla”, expresó. «No es fácil hacerlo cuando se producen simultáneamente disparos de misiles antitanques desde Gaza, bombardeos en Tel Aviv, disturbios en Ramallah y una violenta manifestación en la frontera libanesa. No obstante, aquí está todo frente a nuestros ojos en pantallas divididas».

 

Fuente: Ynet Español
https://www.ynetespanol.com/global/israel/article/hy58bj00xk

 



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