El sistema israelí que suministrará oxígeno y alimentos en el espacio

El hábitat del Mar Muerto es único.
Roy Idaan

Investigadores de la Universidad de Bar-Ilan y del Centro para la Ciencia del Mar Muerto están desarrollando un sistema único que proporcionará oxígeno, alimento y agua a los habitantes de las estaciones espaciales. ¿Las claves para la vida en el espacio podrían estar en las condiciones extremas del Mar Muerto?

En las próximas dos décadas, Estados Unidos, y tiempo después empresas privadas y otros países, planean enviar seres humanos a la Luna y a Marte. Uno de los grandes desafíos de la vida lejos de la Tierra en largos períodos de tiempo es la necesidad de suministrar a las estaciones espaciales oxígeno, o lograr que produzcan el propio.

Con este propósito, los investigadores de la Universidad de Bar-Ilan y del Centro para la Ciencia del Mar Muerto están desarrollando un sistema único pensado para proporcionar oxígeno, alimentos y agua en estaciones espaciales remotas tripuladas. El sistema se utilizará a su vez para reciclar dióxido de carbono y desechos humanos, en un entorno de recursos muy limitados.

Representación gráfica de un hábitat espacial en Marte.
(Shutterstock)

Un primer grupo de investigadores, dirigido por el doctor Yaron Yehoshua del Centro de Biotecnología de Algas de la Universidad de Bar-Ilan, se especializa en tecnología microbiana, en el desarrollo de sistemas de cultivo de algas y en la producción de sustancias económicamente valiosas a partir de esas algas para los mercados energético, alimentario, farmacéutico y cosmético.

Por primera vez se evaluarán algas y organismos extremófilos y su aptitud para la supervivencia junto a su capacidad para producir oxígeno

El segundo grupo, dirigido por el doctor Ashraf Al Ashhab del Centro para la Ciencia del Mar Muerto, se especializa en la biología molecular de organismos en entornos de vida extremos. El tercer grupo, del profesor Yitzhak Mastai del Departamento de Química de la Universidad Bar-Ilan, se especializa en la química de materiales y estudia, para este proyecto, los efectos del combustible espacial y las superficies metálicas sobre el crecimiento de las algas.

Según los investigadores, primero se pondrá a prueba el tratamiento de un combustible espacial particularmente tóxico, la hidrazina, y más adelante se experimentará con otros combustibles. Por primera vez se evaluarán diferentes especies de algas y organismos extremófilos, seres vivos que habitan en condiciones ambientales extremas, y su aptitud para la supervivencia, su tasa de crecimiento, la capacidad de producción de oxígeno y la tasa de producción de biomasa.

Los investigadores del proyecto.
(Universidad Bar-Ilan)

“Un nuevo mercado se encuentra en busca de soluciones para el apoyo a las tripulaciones espaciales, con el fin de permitir la vida y el trabajo en la Luna, en Marte y más tarde en otros lugares. Además, los resultados de la investigación también tienen una capacidad práctica en la Tierra, por lo que su funcionalidad es doble, no solo espacial”, explicó el doctor Yaron Yehoshua.

«Los tanques de las naves espaciales, una vez vacíos, podrán convertirse en una parte de los sistemas de soporte vital para el suministro de oxígeno»

Yael Kinel-Tahan, investigadora del proyecto

El estudio evalúa los efectos del combustible espacial y el titanio del que están hechos los tanques de combustible sobre las algas y las bacterias. «En este proceso, los tanques de las naves espaciales y de los cohetes, una vez vacíos, podrán convertirse en una parte de los sistemas de soporte vital para el suministro de oxígeno y luego alimentos y medicamentos para la tripulación”, sostuvo Yehoshua.

La doctora Yael Kinel-Tahan, integrante del equipo de Yehoshua, explicó: “Así como las algas fueron la base para la evolución de la vida en la Tierra, también pueden servir como base para crear un entorno ecológico adecuado para la humanidad en un hábitat espacial. Su tasa de crecimiento es muy rápida, producen oxígeno, fijan el dióxido de carbono, algunas son aptas como alimento para humanos o incluso para alimentar peces u otros animales».

Ashraf Al Ashhab del Centro para la Ciencia del Mar Muerto agregó: «El Estado de Israel tiene recursos naturales muy particulares como el Mar Muerto. Debemos preservar este entorno para continuar su exploración. Las bacterias extremófilas del Mar Muerto, pueden resolver los desafíos biotecnológicos en las colonias espaciales. En condiciones específicas del desierto y del Mar Muerto, existe una biología extrema fascinante».

 

Fuente: Ynet Español
https://www.ynetespanol.com/tendencias/ciencia-y-tecnologia/article/Hk7jzVAid



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