Caballos de Israel alivian la angustia causada por el COVID-19

La Asociación Nacional de Equitación Terapéutica, que cumple 20 años como pionera de equinoterapia, notó un gran aumento en la demanda durante la pandemia.

La equinoterapia en INTRA de Israel continuó incluso durante la pandemia. Foto cortesía de INTRA

Maxim, un niño de 13 años con dificultades de socialización y comunicación debido a que padece un trastorno del espectro autista, había logrado un progreso excelente en su vida diaria durante dos años de sesiones en la Asociación Nacional de Equitación Terapéutica de Israel (INTRA) pero meses de aislamiento pandémico lo sumergieron en la angustia.

“Sin INTRA ni la escuela, llegó un punto en el que su madre temía que hubiera perdido la capacidad de hablar. Fue algo desgarrador”, indicó Yotam Sheffy, director ejecutivo de INTRA.

Tan pronto como se le permitió a INTRA reanudar las sesiones en noviembre, Maxim volvió a relacionarse con Starlight, su querido caballo de ojos azules.

“Estábamos seguros de que el proceso terapéutico lo llevaría de regreso a donde estaba pero tomó un mes de sesiones dos veces por semana. También comenzó a procesar sus sentimientos sobre el encierro y el aislamiento. Ahora lo está haciendo muy bien y viene una vez a la semana para las sesiones y para preparar a Starlight”, le contó Sheffy a ISRAEL21c.

INTRA fue fundada en 2001 por Anita y Giora Shkedi, pioneros mundiales en el uso de equinoterapia, un tratamiento que ayuda a mejorar la autoconfianza, el comportamiento y la comunicación en niños y adultos con dificultades físicas, neurológicas y emocionales.

Los pacientes van desde niños con discapacidades hasta sobrevivientes de accidentes cerebrovasculares y traumatismos cerebrales, adictos en recuperación y veteranos militares con trastorno de estrés postraumático (TEPT).

Israel es el único país donde la equinoterapia para niños está cubierta por el seguro médico nacional y es un líder internacional en este campo.

Una niña de ocho años aprende a montar en un caballo terapéutico Tika. Foto cortesía de INTRA

La terapia comienza al entrar

Si bien las actividades terapéuticas en el rancho INTRA se detuvieron durante los confinamientos por el COVID-19, Sheffy y su personal se acercaron a pacientes como Uri que estaban sufriendo e incluso retrocedía.

“Durante la primera cuarentena en marzo (de 2020), hacía videoconferencias con algunos de nuestros pacientes veteranos mientras estaba junto a los caballos. Los niños con trastornos del espectro autista escuchaban los sonidos de los caballos”, explicó Sheffy.

Algunos pacientes mayores y varias familias de niños con autismo severo consiguieron autorización para salir de sus casas durante el aislamiento y llegaron a las puertas de INTRA con la esperanza de ver a sus caballos.

Sheffy recordó que un veterinario lloró de emoción al ver al caballo con el que trabajaba, incluso a distancia.

“Al ser un centro terapéutico, la terapia comienza en la puerta. Ahí es cuando aparece la sonrisa en el rostro”, explicó.

Hacer clic en el link para ver el video:
https://youtu.be/o0gHmyvGTB4

Con sede en Bnei Zion -cerca de Ra’anana, en el centro de Israel-, INTRA ya reabrió para llevar adelante sesiones individuales y reanuda las grupales de forma gradual. Unos 150 pacientes llegan cada semana y siempre hay lista de espera.

Un ambiente seguro

Sheffy contó que INTRA tuvo una enorme demanda que estuvo fuertemente relacionada con la crisis del coronavirus.

“Muchas familias que pasaron un tiempo encerradas se dieron cuenta de los desafíos que debían afrontar. Otros sufrieron la suspensión de las terapias diarias, lo que generó mucha regresión y ansiedad, e incluso algunos de nuestros pacientes perdieron la comunicación y las habilidades sociales que habían adquirido”, explicó.

De acuerdo con el directivo de INTRA, la mayoría de las familias que llegar para la admisión hablan sobre cómo la pandemia agravó la situación.

En ese sentido, remarcó que el organismo puede y debe ser parte de una solución ya que el COVID-19 les hizo comprender el “enorme beneficio terapéutico” de la equinoterapia.

Tiempo atrás, los fundadores de INTRA organizaron una conferencia virtual para profesionales de centros de terapia con caballos en América del Norte, Europa, Grecia y Australia para discutir estrategias durante la pandemia.

Allí se habló sobre la necesidad de que los pacientes tuvieran una conexión profunda no solo con el caballo sino con el lugar en sí, con el entorno seguro en donde se llevan a cabo las sesiones.

“Nosotros explicamos que esta relación con el espacio nos permite continuar el proceso terapéutico y mantener a los pacientes lo más optimistas y positivos posible cuando no pueden estar aquí”, indicó Sheffy.

Qué logra la equinoterapia

Las actividades y la terapia asistidas por equinos (EAAT) pueden facilitar el desarrollo físico, cognitivo y conductual, aumentar la fuerza y ​​la flexibilidad, mejorar las habilidades motoras, promover el habla y el razonamiento cognitivo; y mejorar las destrezas sociales.

“No se trata solo de montar a caballo sino de una plataforma de rehabilitación física, emocional, social y educativa adaptada a cada paciente”, detalló Galya Aderet, coordinadora de desarrollo de recursos y asociaciones de INTRA.

Yussef, de 16 años, está en silla de ruedas por distrofia muscular. En INTRA conduce carruajes con un especialista en accesibilidad y “tiene el control total de las riendas” sobre el pony Robin. Foto cortesía de INTRA

Si bien la equitación es parte del programa para la mayoría
de los participantes, es igualmente importante crear relaciones con el caballo y con el instructor de equinoterapia.

“Cuidar de otra criatura es algo ‘empoderador’ para aquellos que no tienen mucha capacidad de acción en sus vidas personales. Se trata de un punto de inflexión en un proceso de rehabilitación a largo plazo”, narró Aderet.

Aprender a alimentar y preparar a un caballo -y eventualmente montarlo- es algo muy motivador para alguien que está paralizado física o emocionalmente en la vida, según Aderet.

“Para los jinetes que están en silla de ruedas o tienen trastornos del desarrollo o degenerativos, contamos con arneses y monturas especiales para que puedan sentarse sobre un caballo y controlar sus movimientos. También tenemos un elevador hidráulico para subir y bajar a los pacientes de modo que podamos manejar cualquier tipo de discapacidad física o emocional”, detalló.

Para quienes no pueden montar de forma natural alguno de los 19 caballos y ponis de INTRA, los accesorios del lugar les permiten hacerlo.

Esta mujer de 36 años no puede caminar pero monta a Chika gracias al uso de un elevador hidráulico especial de INTRA. Tres miembros del personal acompañan sus sesiones para garantizar la máxima seguridad. Foto cortesía de INTRA

Curso de certificación de instructores

Todo el proceso requiere de un personal altamente capacitado. “Nos distinguimos por nuestro curso de certificación de instructores terapéuticos fundado por Anita y Giora. En este curso de un año, los estudiantes aprenden sobre todas las patologías y psicología que enfrentan nuestros pacientes para que puedan diseñar un plan de tratamiento”, dijo Aderet.

Más de 8.000 instructores de EAAT capacitados en el método Shkedi trabajan en Israel, EEUU, Reino Unido y otros países de Europa.

La mayoría de los siete instructores de equitación terapéutica de INTRA son graduados de este curso, incluido Sheffy, que trabaja en INTRA desde hace 14 años y aún dirige sesiones individuales.

El personal también incluye a tres trabajadores de mantenimiento de establos y cuidado de caballos, dos miembros del personal administrativo y 20 voluntarios y acompañantes que garantizan la seguridad de los jinetes y ayudan a montar y desmontar.

“Algunos pacientes solo necesitan al instructor de equitación y otros a cuatro miembros del personal con ellos. Tenemos una sobreviviente del Holocausto de 95 años que monta un pony con dos andadores y un instructor”, remarcó Aderet.

Jana, de 95 años, es sobreviviente del Holocausto. Ella baña y atiende al poni Pooh antes de sus sesiones semanales de equinoterapia. Foto cortesía de INTRA

En tiempos normales, INTRA les da la bienvenida a voluntarios de temporada así como a turistas.

El centro de equitación terapéutica depende de donaciones y se asocia de forma activa con comunidades o personas que desean “adoptar” un jinete o un caballo.

“De esta manera, puede formar una conexión cuando no es posible visitar Israel”, dijo Aderet.

 

Fuente: Israel 21C
https://es.israel21c.org/caballos-de-israel-alivian-la-angustia-causada-por-el-covid-19/



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