Arqueólogos proponen una nueva identificación para el Tel Rosh bíblico

Documentado por primera vez a mediados del siglo XIX, Tel Rosh presenta restos que datan de períodos que abarcan milenios.

Por Rossella Tercatin

Sitio arqueológico de Tel Rosh en Galilea (Foto: Alex Vegman)

“Josué les echó suertes en Silo delante del SEÑOR, y allí Josué repartió la tierra entre los israelitas según sus divisiones”, dice el capítulo 18 del libro de Josué. En los siguientes capítulos, el texto bíblico describe claramente los límites de los territorios asignados a cada tribu, incluidas sus fronteras y sus ciudades y pueblos.

A lo largo de las décadas, arqueólogos e investigadores de la geografía histórica bíblica han utilizado estos pasajes en su trabajo, a menudo como elementos útiles para identificar sitios, pero también para proyectar dudas sobre su precisión cuando sintieron que no reflejaban la realidad que descubrieron en el terreno.

En un artículo publicado recientemente en la revista Palestine Exploration Quarterly, dos investigadores israelíes han examinado la frontera entre Neftalí y Aser sugiriendo que Tel Rosh, un sitio que previamente había sido identificado con la ciudad de Beit Shemesh incluido en el territorio del primero, es de hecho el olvidado Rehob incluido en la región de este último. Otra ciudad llamada Beit Shemesh también estaba en Judá.

“La quinta parte recayó en la tribu de los aseritas, según sus familias. Su límite corría a lo largo de Jelcat, Halí, Betén, Ajzaf, Elmelec, Amad y Mesal; y llega a Carmelo en el oeste, y Sijor-Lebanat… Abdón, Rejob, Hamón y Caná, hasta la Gran Sidón. El límite da vuelta hacia Ramá y luego hacia la ciudad fortificada de Tiro; luego el límite vuelve hacia Hosa y corría hacia el oeste hasta Majleb, Acziba, Ummah, Afec y Rejob: 22 ciudades, con sus aldeas. Esa era la porción de la tribu de los Aseritas, según sus familias – esas ciudades, con sus aldeas. La sexta parte fue para los neftalitas, los neftalitas según sus familias. Su límite iba desde Helef, Elon en Senanin, Adami-Neceb y Jabnel hasta Lecum, y terminaba en el Jordán… Jirón, Magdalel, Jorem, Betanat y Betsamés: 19 ciudades con sus aldeas. Esa era la porción de la tribu de los neftalitas, según sus familias – las ciudades, con sus aldeas” (Josué 19: 24-39).

El Dr. Hayah Katz, profesor titular del Departamento de Estudios de la Tierra de Israel del Kinneret Academic College y coautor del artículo con el profesor Yigal Levin de la Universidad Bar Ilan, explicó a The Jerusalem Post que parte del enigma se origina en el hecho que la región montañosa de la Alta Galilea, donde se asentaron las dos tribus, ha sido relativamente descuidada por los investigadores.

“Tel Rosh no se estudió ni se identificó adecuadamente durante mucho tiempo”, dijo. “Hubo algunas sugerencias de que podría identificarse con la ciudad de Beit Shemesh ubicada en el territorio de la tribu de Neftalí, como se menciona en la Biblia. Sin embargo, si miramos la geografía de la región, creemos que no fue así”.

Documentado por primera vez a mediados del siglo XIX, Tel Rosh presenta restos que se remontan a períodos que abarcan milenios, desde la Edad de Bronce Temprano hasta la época otomana. En los últimos años se lo ha excavado en un proyecto realizado por el Kinneret Academic College en colaboración con la Open University.

Como se explica en su artículo, el hecho de que los límites descritos en la Biblia a menudo parecen coincidir con los de los distritos diseñados por los diferentes poderes que gobernaron la región a lo largo de los siglos – desde los cananeos hasta los romanos y más tarde incluso los otomanos – ha sido tradicionalmente considerado por los estudiosos como una prueba de su fiabilidad, aunque a partir de la década de los noventa algunos han proyectado dudas al respecto.

Además, los estudios topográficos han incrementado el conocimiento de la zona, que es el elemento esencial considerado por Levin y Katz, según explicó el arqueólogo.

“La alta Galilea montañosa consta de tres sub zonas, las tierras altas occidentales, las crestas Merón y las tierras altas orientales. Creemos que la primera era parte del territorio de Aser, mientras que las otras dos pertenecían a Neftalí”, dijo.

Si en el pasado el área donde se encontraba Tel Rosh se consideraba parte de las crestas y, por lo tanto, podía identificarse como Beit Shemesh, una de las ubicaciones especificadas para Neftalí, los investigadores creen que es más correcto incluirlo en las tierras altas occidentales.

“Una vez que determinamos eso, comenzamos a buscar otra posible ubicación que pudiera coincidir con ella”, señaló Katz.

Al considerar el texto bíblico en sí, varias fuentes bíblicas adicionales de otras civilizaciones antiguas y la posición de otros sitios que han sido identificados como los pueblos y aldeas considerados como dominio de Aser, los dos eruditos pudieron proponer una alternativa.

“Nuestro análisis de la lista en Josué 19 muestra que Tel Rosh debe identificarse con una de las ciudades en la parte noreste de este territorio, y creemos que la candidata más probable es el norte de Rejob, que Josué 19:28 ubica entre Abdón, Hamón y Caná”, concluyeron en el diario.

 

Fuente: The Jerusalem Post
Traducción: Consulado General H. de Israel en Guayaquil



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