4 inventos israelíes ayudan a limpiar el aire de COVID-19

Con la creciente evidencia de que las partículas del coronavirus en el aire son la principal causa de infección, los científicos proponen innovaciones seguras.

Cuatro inventos israelíes pueden ayudar a limpiar el aire de COVID-19. Foto: Antonio Guillem/Shutterstock

¿Alguien se acuerda cuando la contaminación era la peor preocupación respiratoria de la humanidad? Hoy, los científicos dicen que las partículas de virus en el aire pueden ser la principal causa de infecciones por COVID-19.

Ante la nueva evidencia, la Organización Mundial de la Salud (OMS) cambió de opinión acerca de que el virus no se transmite por el aire. “La OMS, junto con la comunidad científica, ha estado discutiendo y evaluando activamente si el SARS-CoV-2 también puede propagarse a través de aerosoles, particularmente en ambientes interiores con poca ventilación”, anunció la entidad en julio pasado.

Mejorar la ventilación no siempre es posible o no se hace de manera adecuada. Y aunque un nuevo estudio en EEUU descubrió que cubrirse la nariz y la boca puede reducir el riesgo de infección en un 65 por ciento, muchas personas se resisten a usar mascarillas.

La respuesta definitiva podría ser alguna o todas estas soluciones israelíes de alta tecnología para limpiar el aire interior de patógenos peligrosos.

1. ProtectAir

El dispositivo de ProtectAir libera continuamente cantidades mínimas de dióxido de cloro. Foto cortesía

El dispositivo de ProtectAir esteriliza el aire interior liberando lentamente dióxido de cloro (ClO₂) en pequeñas cantidades muy por debajo del nivel aprobado en el agua potable.

“El ClO₂ es poderoso contra los virus y otros tipos de gérmenes porque solo una cantidad muy pequeña los desactiva tan pronto como llega a uno de sus picos externos. No es necesario que entre en el núcleo del virus para matarlo”, explicó Tzvi Dahan, cofundador de ProtectAir.

Según el ejecutivo, la eficiencia es muy alta la seguridad es total porque el cloro no entra en el cuerpo.

El pequeño dispositivo se puede instalar en una pared o colocar sobre una superficie y no necesita electricidad, Wi-Fi ni baterías. “Para un espacio muy grande, se pueden situar cuatro o cinco unidades”, afirmó Dahan.

El equipo viene con un sobre de granulado para colocar en su interior que necesita ser cambiado cada cuatro semanas. Hay una mejora opcional es un gel un poco más potente para áreas más grandes y que dura más tiempo.

“Al abrir el sobre los gránulos o el gel se activan. Por defecto, el dióxido de cloro se vaporiza y se oxida de forma rápida pero la fórmula de ProtectAir permite que se libere de forma gradual y uniforme», remarcó el empresario.

El dispositivo fue probado para determinar su eficacia contra el SARS-CoV-2 en Amnilabs de Israel y se sometió a pruebas de seguridad en Israel y en el extranjero. “Dos horas después de ponerlo en la habitación, el aire se esteriliza y continúa desinfectándose durante tres o cuatro semanas. No es necesario que se haga nada para activarlo si alguien tose o estornuda”, añadió Dahan.

El sistema fue inventado por su hermano Meir Dahan, que fue especialista en purificación de agua y máquinas durante 15 años en el Centro de Investigación Nuclear de Soreq.

“Allí es donde conoció al ClO₂ porque la mayoría de las empresas lo utilizan en forma líquida para purificar el agua, pero él sabía que también podía depurar el aire. Cuando en diciembre (de 2019) llegaron las noticias sobre el coronavirus, Meir pensó en cómo usarlo de manera diferente y así fue como trabajó con uno de los productores para que se lanzara al aire de manera constante, las 24 horas del día, los 7 días de la semana, durante un período de aproximadamente un mes”, describió el directivo de ProtectAir.

Las ventas ya están comenzando a tener lugar en Israel. “Estamos hablando con los ministerios del Gobierno para poder instalar unidades ProtectAir en el transporte público, escuelas y oficinas gubernamentales. También negociamos con una compañía local sobre su comercialización a nivel mundial”, finalizó Dahan.

2. Aura Air

Dispositivo de filtración y desinfección de Aura Air. Foto cortesía

La empresa emergente Aura Air ya completó dos fases de un piloto en el Centro Médico Sheba para comprobar la eficacia de su sistema de filtración y desinfección del  aire.

El dispositivo de la empresa detecta contaminantes y filtra pequeñas partículas de bacterias, virus, polen, moho, hongos y otras partículas.

El sistema utiliza un filtro con una infusión de carbón y cobre, un filtro HEPA (aire de partículas de alta eficiencia), un pre-filtro y LED ultravioleta. También genera iones positivos y negativos para refrescar el aire interior.

En pruebas anteriores de laboratorio, el sistema demostró una efectividad promedio del 99 por ciento contra los virus de la influenza. “Comenzamos el trabajo colaborativo con el centro Sheba en un esfuerzo por reducir los contaminantes en el hospital y justo llegó el COVID-19. Hoy nos enfocamos en purificar y desinfectar el aire de virus severos, incluido el coronavirus”, dijo Roy Friedberg, vicepresidente de Aura Air.

Aura Air fue probado en un hotel, una sala de conferencias en un edificio comercial y un apartamento residencial en EEUU y mostró mejoras significativas en la calidad del aire.

La compañía realiza otras pruebas en colaboración con su socio estratégico israelí Beth-El Industries, que fabrica sistemas avanzados de filtración de aire para los sectores civil y militar en todo el mundo.

Aura Air recibió un subsidio de 1,5 millones de dólares de la Autoridad de Innovación de Israel y espera financiación de la Unión Europea. “El objetivo es apuntar a soluciones para las infecciones de espacios cerrados en general, y del coronavirus en particular”, afirmó Friedberg.

3.- Luz UV-C

Vías tradicionales de infección viral en la vida cotidiana. Colocar fuentes de luz UV-C en sistemas de ventilación y habitaciones que no están en uso, sin rutas ópticas directas a los humanos, ayuda a reducir la propagación del virus. Imágenes de Nacho Gaubert

“La luz ultravioleta C (UV-C), un desinfectante conocido, podría ser una forma particularmente eficiente, fácil de implementar y económicamente asequible de desactivar el coronavirus en el aire interior”, redactó un equipo internacional de científicos entre los cuales se incluye al profesor Ido Kaminer del Instituto de Tecnología Technion de Israel.

Los investigadores sugieren que una inversión de capital global en fuentes de UV-C, como lámparas fluorescentes, plasmas de micro cavidad y LED en el interior de los sistemas de ventilación de los edificios y en espacios interiores compartidos, desactivaría rápidamente los virus del SARS-CoV-2 depositados en la superficie y en el aire.

“El brote de COVID-19, causado por el virus SARS-CoV-2, es un desafío extraordinario que requiere una veloz acción mundial para el despliegue masivo de medidas asequibles y listas para aplicar con el objetivo de reducir drásticamente sus probabilidades de transmisión en espacios interiores”, indicó el informe del equipo.

De acuerdo con los especialistas, aplicar esta solución permitirá el regreso eventual a actividades convencionales como trabajar en oficinas, ir a la escuela o incluso asistir a eventos de entretenimiento.

4. Filtros de aire esterilizantes

El doctor Christopher Arnusch, investigador de la Universidad Ben-Gurion, desarrolla un nuevo tipo de filtro que esteriliza y descontamina el aire. Foto cortesía

En la Universidad Ben-Gurion del Néguev  (BGU) se desarrolla un nuevo tipo de filtro de aire que se auto esteriliza y descontamina, y que está basado en tecnologías de filtración de agua.

La nueva nanotecnología es derivada de los filtros de agua de grafeno inducidos por láser (LIG) que eliminan virus y bacterias en el agua.

Este nuevo concepto, rediseñado para la filtración de aire, podría usarse en sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado o integrarse en mascarillas para lograr un efecto de auto esterilización.

El LIG es resistente a las bacterias y mata activamente a los microbios y virus utilizando una corriente eléctrica de bajo nivel proveniente de una fuente de energía. Los investigadores explican que es un sistema de protección doble: “La superficie de grafeno resistente a las bacterias protege contra los microorganismos para que no puedan multiplicarse, mientras que los microbios atrapados en el filtro son eliminados por la corriente eléctrica”.

El inventor Chris Arnusch, profesor e investigador principal del Instituto Zuckerberg de Investigación del Agua de la BGU, manifestó que un filtro de aire LIG “tiene el potencial de combinarse con una filtración de aire de última generación, como los filtros HEPA.”

Para el científico, los filtros podrían agregar una capa activa de protección, así como prolongar la vida útil de la costosa tecnología HEPA. “Como resultado, los hospitales, los automóviles, los edificios y el transporte público podrían convertirse en espacios más seguros”, explicó Arnusch.

Con el apoyo del Grupo de Trabajo contra el Coronavirus de la BGU, Arnusch y los expertos en inmunología ya están probando los filtros de aire contra virus.​

 

Fuente: Israel 21C



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