¿Por qué un músico de Israel les regala guitarras a los niños?

David Broza tiene un nuevo proyecto que alienta a los pequeños sin recursos a poder acceder a un instrumento musical para mejorar sus vidas.

David Broza regala guitarras a alumnos de escuela en Nueva York. Foto cortesía de One Million Guitars.

En una calle cualquiera de Nueva York, el empresario israelí de alta tecnología Edo Segal se topó con David Broza, guitarrista y compositor de Israel que también es activista por la paz. Y se acercó a hablarle.

En ese encuentro, Segal le contó al músico que había visto su documental «Jerusalén Este/Jerusalén Oeste» de 2014, que muestra las colaboraciones musicales de Broza con los árabes residentes de la capital de Israel. En una escena se ve a Broza enseñándoles música a 50 niños de un barrio jerosolimitano.

«Deberías regalarles guitarras a estos niños», le dijo Segal a Broza, aun siendo para el artista un completo desconocido.  «Y puedo ayudarle», le remató.

Luego, sentados en un café, ambos notaron que la idea tenía un potencial mucho más amplio. Segal convocó a un abogado para ayudarlos a crear una organización sin fines de lucro y sugirió que la nombraran One Million Guitars.

Broza y el fabricante de guitarras de Tel Aviv Shmulik Budagov diseñaron guitarras robustas de bajo costo y mástil fino para que los niños, que tienen dedos más pequeños, puedan adaptarse.

Las guitarras -con un costo de 100 dólares (355 shekels) tienen un hoyo en forma de corazón en la caja que representa el logotipo de One Million Guitars. Las hay en colores oscuros y claros y se basan en la propia guitarra que Broza usa en sus actuaciones.

En los últimos dos años, este programa alcanzó a miles de pequeños carenciados de cuarto y quinto grado en 3.300 escuelas en 43 estados de EEUU a través de iniciativas asociadas como Little Kids Rock en Nueva York y Guitars in the Classroom en San Diego.

Gracias al apoyo de gigantes como Viacom y Paramount, ya se distribuyeron o 2.000 guitarras diseñadas a medida. Mientras otras 500 están siendo fabricadas, Broza espera que las donaciones le permitan mantenerse al ritmo de la creciente demanda.

«En las escuelas públicas no hay suficientes instrumentos y es por eso que les damos las guitarras a los alumnos que quieran estudiar el instrumento», afirmó Broza. El músico cree que el acceso temprano a la educación musical puede ser fundamental en la vida de un niño con un talento latente.

Hay una “trampa”: para quedarse para siempre con la guitarra, los niños tienen que finalizar dos años de estudio en la organización asociada en la escuela, lo que equivale a 29 clases por año.

«Esto es único. Y es un gran premio para los pequeños», manifestó Broza.

Uno de los instrumentos fabricados para la ONG One Million Guitars. Foto cortesía

One Million Guitars llega a Israel

Luego del éxito conseguido en EEUU, el cantante lanzó One Million Guitars en Israel con el apoyo de los filántropos canadienses Gerry Schwartz y Heather Reisman.

El músico suele estar unos diez días al mes en Israel ya que vive en Nueva York con su esposa, la diseñadora de moda israelí Nili Lotan.

Su amigo Nabeel Abboud-Ashkar, oriundo de Nazaret, dirige el proyecto a través de su Fundación Polyphony, cuya misión es achicar la brecha entre las comunidades árabes y judías en Israel a través de la música.

One Million Guitars ya empezó a trabajar con cinco escuelas israelíes desde Sderot en la frontera de Gaza en el sur hasta una aldea beduina del norte del país.

“Ya entregamos cientos de guitarras y capacitamos a maestros para trabajar con los niños durante el horario escolar. Es algo hermoso porque no se trata de una actividad extracurricular sino que es parte de las clases. Y es gratis», le contó Broza a ISRAEL21c. Y añadió: “El director de la escuela beduina nos envía sendos mensajes de agradecimiento. Es que en vez de pelearse y formar pandillas callejeras, los niños se sientan en círculo a tocar la guitarra».

Cada vez más directores de escuelas en Israel buscan que One Million Guitars llegue a sus establecimientos. Y lo mejor de todo es que la iniciativa podría extenderse a otros países.

David Broza con una guitarra de One Million Guitars. Foto: Ilan Besor.

«Una pequeña escuela en Etiopía y un campo de refugiados en Lesbos se acercaron a mí. Si podemos conseguir maestros y un lugar seguro para guardar las guitarras, los podremos ayudar”, aseguró el artista.

No interesa dónde se encuentren, los pequeños que participan en One Million Guitars tienen una contraseña para ingresar a un canal de YouTube que los guía para practicar en sus casas. Esto facilita la futura comunicación entre todos los grupos de alumnos.

«Recibo videos de niños de todas partes y eso logra que me sienta afortunado de poder asumir esta misión», explicó Broza.

El activismo social está en el ADN del músico. Cuando tenía sólo siete años, comenzó a trabajar como voluntario en el Centro Deportivo para Discapacitados de Israel en Ramat Gan que su padre había ayudado a crear. Su abuelo cofundó el pueblo árabe-israelí Neve Shalom-Wahat Al-Salam (Oasis de paz).

La parte posterior de la guitarra muestra la firma y el lema de David Broza. Foto cortesía

Si bien One Million Guitars tiene aún un largo camino por recorrer para estar a la altura de su nombre, Broza y su equipo continúan buscando organizaciones para ayudar a financiar la fabricación de las guitarras.

Cualquiera puede donar guitarras, ya sea a través de dinero o con la compra de un instrumento en Rudy’s Music de Nueva York o en la tienda de Budagov en Tel Aviv.

«Por cada guitarra que alguien compra en uno de estos negocios, nosotros le  donamos una a un niño», manifestó Broza.

Fuente: Israel 21C



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