21 Sep Investigadores españoles e israelíes muestran como recordar sin utilizar el cerebro.
Investigadores españoles e israelíes muestran como recordar sin utilizar el cerebro. un grupo multidisciplinario de investigadores demostró por primera vez que incluso organismos unicelulares como las amebas pueden exhibir una respuesta condicionada.
Esto significa por ejemplo recordar un camino, de hasta 90 minutos, hacia su comida.
El consenso científico desde Pavlov siempre fue que solo a los organismos multi-celulares se les puede enseñar una respuesta condicionada.
Los famosos experimentos de Pavlov con perros mostraron que los organismos de orden superior podrían ser entrenados para responder a un estímulo.
En su caso, una campana despertaba respuestas al alimento en lugar de comida.
Sin embargo, nuevos experimentos realizados por un matemático español, investigador del cáncer, patólogo y un científico cerebral israelí muestran que incluso los organismos unicelulares exhiben respuestas condicionadas.
Sus resultados fueron publicados recientemente en Nature Communications.
La doctora Shira Knafo y el doctor Ildefonso M. De la Fuente y la doctora María Dolores Boyano del País Vasco, demostraron que las amebas recordaban su camino hacia la comida.
Este camino que duraba entre 20 a 90 minutos lo transitaron incluso en ausencia de alimentos. Todo esto sin tener cerebro!
Como recordar sin cerebro.
En lugar de un cerebro, Knafo y sus colegas creen que los recuerdos están codificados temporalmente en una red compleja de proteínas.
En sus experimentos, los investigadores pusieron amebas proteus en un portaobjetos con una corriente eléctrica que lo atraviesa.
Las amebas son naturalmente atraídas hacia un lado con la corriente negativa.
Sin embargo, si la comida se pone en el lado positivo, entonces las amebas llegarán allí.
Más interesante aún, incluso si se quita la comida, las amebas seguirán gravitando hacia el lado positivo durante un cierto período de tiempo.
Los investigadores descubrieron un hallazgo similar en la Metamoeba leningradensis.
Este descubrimiento abre un camino hacia la comprensión de la adaptación celular en una variedad de procesos biológicos importantes. En especial, el desarrollo del feto, la propagación del cáncer y la forma en que aprendemos y recordamos.
Fuente: Latam Israel