26 Jun Un judío, un musulmán y un cristiano en una misma aula. ¿Por qué no?
Un singular curso de diálogo interreligioso de la Universidad de Bar Ilán reúne a estudiantes de todos los orígenes para un viaje conjunto de descubrimiento y aceptación.
Foto de grupo del curso de diálogo interreligioso judeo-árabe en la Universidad Bar-Ilan. Foto: cortesía
Un judío, un musulmán y un cristiano entran a un aula. No, este no es el comienzo de una broma sino la descripción más precisa de un curso único sobre diálogo interreligioso de la Universidad Bar Ilan de Israel.
«La clase toda está pensada como una oportunidad para que los estudiantes judíos y árabes de la Universidad de Bar Ilan construyan una apreciación de las culturas de los demás y vean los puntos en común de sus tradiciones culturales y religiosas como una base para el diálogo», explicó Ben Mollov, el profesor del curso. Y añadió: «Están ganando el conocimiento de la perspectiva personal de los otros, y eso conduce a un tipo de construcción y transformación de las relaciones».
Mollov, profesor de ciencias políticas y gestión de conflictos en Bar-Ilan, participa del diálogo árabe-judío desde una perspectiva religiosa durante los últimos 20 años. Y aunque es un veterano entusiasta de este tipo de dinámicas, el curso actual surgió como una iniciativa de sus estudiantes.
Una de ellas fue Sariba Feinstein de Estados Unidos, que tiene una doble licenciatura en Ciencias de la Comunicación y Política en Bar Ilan. Tras profundizar en el concepto de diálogo interreligioso en clase, se unió a su amiga y compañera Fátima Amer para iniciar la Asociación de Encuentros Interreligiosos, una organización sin fines de lucro que fomenta el diálogo entre grupos religiosos.
Lo que comenzó como una serie de pequeñas reuniones mensuales se convirtió pronto en un curso académico muy popular en el programa internacional de la universidad.
«Habíamos planeado contar con 20 estudiantes en la clase para tener un diálogo más íntimo en el curso. Al final, la recepción fue tan fuerte que tuvimos que abrirla a 30 y después de eso hubo una lista de espera», le explicó Mollov a ISRAEL21c.
Visita conjunta a una mezquita en Kfar Kassem. Foto cortesía
Los pilares del curso, según Mollov, son el respeto propio y enriquecimiento mutuo.
«Veo este esfuerzo como una linda herramienta para promover mejores relaciones entre los judíos y los árabes en Bar Ilan pero también hay aquí un mensaje más amplio de lo que se puede lograr cuando se toma este enfoque», aseguró el académico.
El curso se centra en presentaciones estudiantiles de temas religiosos como peregrinaciones, profetas, el papel de las mujeres y el ciclo de vacaciones en el judaísmo, el islam y el cristianismo.
«Evitamos los problemas políticos porque estamos adoptando un enfoque completamente diferente», explicó Mollov.
Sin embargo, los eventos actuales pueden influir en el ambiente en el aula. Al recordar las recientes tensiones en la frontera de Gaza, Mollov reconoció que «cuando ocurren eventos dramáticos, todos se ven afectados de alguna manera. Comencé diciendo que todos deseamos que las noticias en nuestra área sean mejores. Esto demuestra que es aún más importante lo que estamos haciendo aquí».
Más similitudes que diferencias
Los alumnos apuntan a centrarse en lo positivo. Ese es el concepto.
La estudiante Sariba Feinstein describió que el curso «es un entorno en el que aprendes y haces todas las preguntas que de otra manera quizás no sabrías cómo preguntar. Creo que lo sorprendente es que hay tantas similitudes entre las diferentes religiones y eso es esencialmente lo que el diálogo debe hacer: descubrir estas similitudes».
Amer, la coordinadora de estudiantes árabes del curso, está de acuerdo. Esta alumna de 20 años que estudia Comunicación y Literatura en Inglés participa en el programa internacional de la universidad. El curso de inglés le ha dado la oportunidad de acercarse a personas que de otra forma no habría conocido.
«No sé bien el hebreo aunque vivo en Israel. Nunca tuve un amigo que fuera judío. Así que no sabía mucho sobre ellos», contó. Y agregó: «Ahora tengo muchos amigos judíos, y debido a este curso, sé muchas cosas sobre ellos y sobre el judaísmo. Este curso ayudó mucho a reunirnos».
Los estudiantes judíos y árabes distribuyen sufganiot durante Hanukkah. Foto: cortesía
Si bien el curso de Mollov es el único diálogo interreligioso que tiene lugar en Bar Ilan, la universidad ofrece otros cursos acreditados, como el diálogo musical, el diálogo árabe-judío y la educación para la democracia.
Todo esto complementa la creciente población de estudiantes árabes de la universidad. Durante la última década, la cantidad se ha duplicado hasta llegar a 1.450 en Bar Ilan. La mayoría de ellos son estudiantes de pregrado de carreras como Economía, Inglés y Contabilidad.
Mollov espera que su curso de diálogo interreligioso se vuelva a abrir de nuevo el próximo año. A juzgar por las reacciones de sus estudiantes actuales, definitivamente valdrá la pena que esto ocurra.
Fuente: Israel 21C