Cáncer: Una empresa israelí elimina el 70% de los tumores con radiación Alfa

La tecnología de Alpha Tau, que comenzó con ensayos clínicos para tipos específicos de cáncer, muestra su potencial para tratar cualquier tumor sólido.

Alpha Tau está enfocada en la comercialización de su tecnología de radioterapia alfa para tratar tumores malignos. Foto: cortesía

Una avanzada tecnología israelí que elimina tumores cancerosos en el 70% de los casos estuvo cerca de perderse entre la burocracia y las políticas universitarias.

Quince años atrás, los profesores Yona Keisari e Itzhak Kelson de la Universidad de Tel Aviv descubrieron un modo de usar la radiación alfa para acabar con tumores cancerígenos. Su método era revolucionario: ellos vieron que la radiación alfa era tan poderosa que podría romper las cadenas del ADN de las células cancerígenas. Y determinaron que este tipo de radiación no daña el tejido circundante sano como hacen otras variantes radioactivas.

Sin embargo, también vieron que la radiación alfa no podía ir más profundo de los 50 micrones (1/20 por milímetro) en el interior del tejido humano. Un ejemplo: el tratamiento de un tumor de cinco centímetros requeriría de cientos de miles de partículas alfa, algo que parece imposible.

Profesor Yona Keisari de la Universidad de Tel Aviv. Foto: cortesía.

Keisari y Kelson descubrieron que, si se introducía un isotopo de radiación alfa por una vía podían alcanzar los tres milímetros. El isotopo en cuestión, el Radium 224, libera átomos que se extienden dentro del tumor y emiten sus propias partículas alfa. Este descubrimiento requiere que las partículas alfa terminen con un tumor.

Los profesores y la Universidad de Tel Aviv patentaron dicha tecnología en 2003. Desde entonces se continuó investigando y se publicaron 12 estudios. Pero hubo varias disputas sobre la propiedad intelectual de dichos artículos hasta que en 2015 Uzi Sofer fue reclutado para clarificar las cosas.

Sofer tenía un impresionante registro sobre la tecnología médica. Ha sido cofundador y presidente de Brainsway, que se dedica a desarrollar tratamientos de estimulación magnética transcraneal (TMS) para la depresión, PTSD, OCD y otros desórdenes cerebrales y adicciones. La empresa creció bajo su liderazgo de dos a 70 empleados.

Comprendiendo lo que tenían los profesores entre manos, Sofer formó la nueva empresa Alpha Tau para avanzar en el desarrollo de la tecnología. A principios de este año Alpha Tau consiguió un capital de 29 millones de dólares de Shavit Capital, Medison Ventures y OurCrowd.

Esta compañía es la única que utiliza la radiación alfa para eliminar tumores. Hay otros tipos de braquiterapia (donde una fuente sellada de radiación es colocada dentro o al lado del área que requiere el tratamiento) usan radiación beta o gama.

Según él científico, estas radiaciones “sólo causan una rotura en la cadena de ADN, por lo que la célula mala puede seguir reproduciéndose. Por consiguiente, esto causa muchos efectos secundarios y destruye tejido sano”.

Cuando el tejido sano alrededor del tumor no se destruye con el cáncer, el sistema inmunológico se estimula para reconocer y atacar el mismo tipo de tejidos tumorales en otras partes del cuerpo. Esta clase de metástasis es la causa de muerte del 85 por ciento de los pacientes con cáncer.

“Creemos que la tecnología DaRT (Terapia de Difusión de los Emisores de Alfa) tiene un gran valor clínico, no sólo en la destrucción del tumor sino también impidiendo al cáncer extenderse a otros órganos”, explicó Sofer.

Profesor Itzhak Kelson de la Universidad de Tel Aviv. Foto: cortesía

Ensayos clínicos

Hasta el momento, en la empresa tecnológica Alpha Dart se han hecho miles de estudios animales. Los primeros experimentos con seres humanos se han llevado a cabo en Israel e Italia contra tumores del carcinoma de célula escamosas (SCC), un tipo de cáncer de piel y oral; y en Israel, Italia, Nueva York y Montreal contra el congénito melanocítica nevus (CMN).

Los ensayos clínicos de DaRT planificados para 2019 tendrán lugar en Francia, Montreal y Nueva York (cáncer de páncreas y próstata), Rusia (cáncer de mama) e Israel (cáncer de próstata). Se iniciaron otros ensayos clínicos en otras 20 localizaciones -como vulvar, cervical, renal y cáncer de colon- en centros médicos de más de 25 países.

“Podemos tratar cualquier clase de tumor sólido”, manifestó Sofer a ISRAEL21c. Y añadió: “Esto incluye cánceres donde no hay ninguna otra posibilidad y es la última oportunidad de un paciente para vivir”.

Hoy en día, por ejemplo, el cáncer de páncreas no tiene cura. Por lo general, los pacientes mueren cinco años desde su diagnóstico. Los avances de Alpha Tau pueden ser capaces de echar atrás estos pronósticos.

“En nuestro estudios SCC, fuimos capaces de eliminar de forma total más del 70% de los tumores y encoger del 100% de ellos”, dijo Sofer, que, animado por estos resultados prometedores, espera que se pueda eliminar tumores pancreáticos también “o encogerlos de modo que sea posible quitarlos con cirugía”.

A pesar del poder de la radiación alfa, esta variante es más segura que los tratamientos convencionales con beta o gama porque no se utiliza tanta radiactividad para conseguir el mismo resultado. El tratamiento se puede hacer con ingreso ambulatorio y sin necesidad de tener que protegerse de la radiación.

En menos de una semana, el 50% de la radiación alfa ya se habrá ido del cuerpo. Y en dos semanas, no habrá radiactividad en absoluto.

Sin embargo, una vez que un equipo de DaRT es montado (por ejemplo, un paciente con cáncer de mama podría necesitar 12 aplicaciones con 6 “semillas” DaRT en cada una) tiene que enviarse al paciente lo más rápido posible. “Si un paciente no viene a tiempo, al día siguiente hay que tirar el equipo entero a la basura”, explicó Sofer.

“Es asombroso ver a pacientes a los que les han dado una corta esperanza de vida conseguir un tratamiento bajo anestesia local y en 60 días salir de nuevo a la vida sin rastros del tumor” – Uzi Sofer (Alpha Tau)

A causa la rápida caducidad del DaRT, Alpha Tau necesita construir nuevas instalaciones de producción cerca de los principales centros de tratamiento. El primero ya funciona en Israel. La empresa ha recibido la aprobación para construir unas instalaciones en Massachusetts y el tercero estará en Japón. Además, está la posibilidad de levantar uno más en Europa.

Bajo el liderazgo de Sofer, Alpha Tau tiene 26 personas trabajando en Israel. Tras varios ensayos clínicos, Sofer espera que Alpha DaRT reciba la aprobación de la Unión Europea en 2020 y de Estados Unidos y Japón en 2022.

“Ya hemos salvado vidas durante los ensayos clínicos. Es asombroso ver a pacientes a los que les han dado una corta esperanza de vida conseguir un tratamiento bajo anestesia local y en 60 días salir de nuevo a la vida sin rastros del tumor. Llevo una temporada investigando y creo que esto es lo mejor”, describió Sofer.

Fuente: Israel 21C



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