Biomarcador vincula la progresión del cáncer con la inestabilidad del genoma

Créditos de las imagenes: cco

Según los investigadores de Israel, un alto nivel de proteína específica en los tumores es indicador de pronóstico y tratamientos óptimos.

El nuevo estudio fue dirigido por el profesor Yossi Shiloh, e identifica niveles elevados de una proteína llamada ubiquilin-4 como un nuevo biomarcador para la inestabilidad del genoma.

Nuestro ADN está bajo ataque constante. La delicada molécula que contiene nuestra información genética es extremadamente vulnerable a todo, desde agentes ambientales, como la radiación, a los químicos en el aire que respiramos y los alimentos que comemos.

La inestabilidad del genoma puede provocar trastornos genéticos, enfermedades crónicas y una predisposición al cáncer.

Un nuevo estudio de la Universidad de Tel Aviv identifica niveles elevados de una proteína llamada ubiquilin-4 como un nuevo biomarcador para la inestabilidad del genoma.

El estudio encuentra que la ubiquilina-4 participa en la defensa del genoma del daño en el ADN. Pero demasiada ubiquilina-4 es perjudicial.

Cuando la cantidad de ubiquilina-4 aumenta en las células tumorales, las células se vuelven más propensas a la inestabilidad del genoma. Esto acelera la progresión del tumor y lo hace resistente a los tratamientos.

La investigación fue publicada el 3 de enero de 2019, en Cell.

“Este nuevo biomarcador proporciona información nueva y crítica sobre la etapa y el grado del tumor, así como las posibilidades del paciente de responder al tratamiento”, dice el profesor Shiloh.

“Los tumores con altos niveles de ubiquilin-4 pueden ser más resistentes a la radiación y algunas quimioterapias que aquellos con niveles normales de esta proteína.

Pero la buena noticia es que también pueden responder mejor a otros tipos de terapias contra el cáncer. Obviamente, esto es vital. Información para clínicos y pacientes.

“La importancia de mantener la estabilidad e integridad del genoma se ha demostrado a través del estudio de trastornos genéticos raros”, continúa el profesor Shiloh. Pero la estabilidad del genoma ahora se ha convertido en un problema de salud pública. Hay tantas proteínas involucradas en responder al daño del ADN, y detrás de cada proteína hay un gen diferente.

Hay infinitas formas en que un gen puede mutar. Varias combinaciones de estas mutaciones conducen a enfermedades crónicas y una predisposición al cáncer. Lo mismo hace al envejecimiento prematuro y otras afecciones. La estabilidad del genoma es un problema de todos.

De acuerdo con la nueva investigación, la respuesta al daño del ADN del cuerpo es clave para mantener la estabilidad del genoma frente al ataque constante de agentes dañinos.

La respuesta se compone de una red de señalización amplia y afinada que involucra a un ejército permanente de proteínas totalmente dedicado a esta misión. Encontramos también proteínas de reserva reclutadas temporalmente para ayudar a resolver la integridad del genoma.

En 1995, el laboratorio de Shiloh descubrió la codificación génica de uno de los principales centinelas en la puerta de la estabilidad del genoma: la proteína ataxia-telangiectasia mutada (ATM). Concluyó un largo esfuerzo para identificar el gen mutado en un síndrome de inestabilidad del genoma grave, la ataxia-telangiectasia (A-T).

Pero la ATM también desempeña un papel crítico en la respuesta al daño del ADN del cuerpo, movilizando una extensa red de señalización en respuesta a la larga molécula de ADN. Provoca modificaciones químicas sutiles en muchas proteínas, lo que hace que se conviertan temporalmente en proteínas de reserva y las reclute lejos de sus tareas habituales para llevar a cabo el control de daños.

“Buscamos constantemente nuevas proteínas de reserva que respondan a la llamada de los ATM”, dice Shiloh. “Nuestro nuevo estudio muestra que, al igual que muchas otras proteínas, la ubiquilina-4 está modificada por ATM, y durante varias horas sirve al sistema gobernado por ATM”.

Los investigadores, también descubrieron que la deficiencia de ubiquilin-4 puede conducir a otro raro síndrome de inestabilidad del genoma.

“Esperamos que nuestros hallazgos proporcionen una nueva herramienta para la clasificación de tumores, el pronóstico y el diseño del tratamiento”, concluye Shiloh.

La investigación destaca las implicaciones más amplias de la importancia de la estabilidad del genoma para nuestra salud.

 

Fuente: Latam Israel



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