15 Ene Palestino lamenta no haber matado “más cristianos” en Hamburgo
Enero 15 del 2018
Ataque terrorista islámico en Hamburgo Foto: TheAmerikaner Wikimedia CC BY-SA 3.0
El juicio contra el refugiado que mató a cuchilladas a una persona e hirió a otras seis en un supermercado de Hamburgo el pasado julio se abrió en esa ciudad alemana con una amplia confesión del procesado, quien afirmó haber actuado por motivos islamistas y lamentó no haber causado más víctimas.
El procesado se declaró culpable de todos los cargos imputados por la Fiscalía -asesinato y intento de asesinato múltiple, además de ideología islamista- y afirmó, a través de su abogado, que actuó “por motivos religiosos”.
Para la defensa, el ataque se produjo “bajo una situación de extrema tensión” sobre su cliente, al que la acusación considera totalmente responsable de sus actos.
El acusado, un palestino de 26 años identificado como Ahmad A., fue detenido inmediatamente después de su ataque, ocurrido el 28 de julio del año pasado.
Su víctima mortal fue un hombre de 50 años, sobre el que se lanzó sin mediar palabras, así como otras seis personas que se encontraban en el local, a los que atacó indiscriminadamente con intención de matar “a cuantos cristianos le fuera posible”, según su declaración.
El ataque duró unos minutos y fue perpetrado con un cuchillo de 20 centímetros que había robado poco antes de una estantería de ese mismo supermercado.
El procesado se identifica con el Estado Islámico (EI), aunque no se le han reconocido vínculos directos con el jihadismo, y presuntamente pretendía vengarse de las “injusticias” que a su parecer sufren los musulmanes.
Con su acción pretendía “contribuir” a los atentados perpetrados por el jihadismo islámico en todo el mundo y su objetivo prioritario era atacar a cristianos alemanes.
El atacante fue reducido en el exterior del supermercado, cuando trataba de huir, cuando otros ciudadanos le salieron al paso en la calle y le lanzaron sillas y otros objetos hasta retenerlo mientras llegaba la policía.
En el albergue al que le habían asignado las autoridades de inmigración, un centro con 600 asilados, se le conocía como una persona de comportamiento complejo e inestable.
El agresor había entrado en Alemania en 2015 por Dortmund (oeste) y se le asignó como punto de residencia Hamburgo, donde en 2016 se le notificó que su solicitud había sido rechazada, tras lo cual quedó a la espera de ser expulsado, lo que no pudo ejecutarse por no tener los papeles en regla.
A partir de ahí se observó una clara radicalización, empezó a vestirse a la usanza islámica y a recitar el Corán. EFE
Fuente: Aurora Digital