11 Dic Hatzad Hasheni: Diez razones para reconocer a Jerusalem como la capital del Estado de Israel
1- Jerusalén ha sido la capital oficial del Estado de Israel y el centro de su gobierno desde el año 1950. Jerusalén es la sede del Presidente de Israel, la Knesset y el Tribunal Supremo y el lugar de la mayoría de los ministerios del gobierno y de las instituciones sociales y culturales. Jerusalén es el antiguo centro espiritual del judaísmo y también es considerada una ciudad santa por miembros de otras religiones. Israel protege los lugares sagrados de todas las religiones.
2-En 1967, Jordania rechazó las advertencias de Israel y comenzó una guerra de agresión contra Israel bombardeando Jerusalén. En respuesta y en legítima defensa Israel capturó la parte este de Jerusalén, para ese entonces controlado por Jordania.
3-Como tal, el estatus de Israel en Jerusalén Oriental es totalmente legítimo y lícito y aceptado por la comunidad internacional bajo los estatutos del derecho internacional en los conflictos armados.
4-La unificación de Jerusalén en 1967 por Israel a través de extender sus leyes, jurisdicciones y administración a Jerusalén Oriental, aunque no fue aceptada por la comunidad internacional, no alteró la legalidad de la presencia y condición de Israel en la ciudad, ni su gobernabilidad.
5-Los Estados Unidos han afirmado sistemáticamente que el tema de Jerusalén debe ser resuelto a través de negociaciones como parte de un arreglo de paz justo, duradero y global.
6-Numerosas resoluciones y declaraciones políticamente generadas por la ONU, la UNESCO y otras entidades, intentando revisar y distorsionar la larga historia de Jerusalén y denegar los derechos religiosos, legales e históricos básicos del pueblo judío y del Estado de Israel en Jerusalén, no poseen estancias legales y no son vinculantes. No representan nada más que los puntos de vista políticos de los estados que votaron para adoptarlos.
7-La OLP e Israel aceptaron en los Acuerdos de Oslo que “el tema de Jerusalén” es un tema de negociación permanente que solo puede resolverse mediante una negociación directa entre ellos a fin de resolver sus respectivos reclamos. El presidente de los Estados Unidos, así como los presidentes de la Federación rusa y de Egipto, el Rey de Jordania y los representantes oficiales de la UE se encuentran entre los firmantes como testigos de los Acuerdos de Oslo.
8-Ni las resoluciones de la ONU/UNESCO, ni las declaraciones de los gobiernos, líderes y organizaciones pueden imponer una solución al tema de Jerusalén, ni pueden dictar o prejuzgar el resultado de tales negociaciones.
9-Reconocer los hechos de que Jerusalén es la ciudad capital de Israel y que la ubicación de la embajada en Jerusalén es potestad soberana de los Estados Unidos y solo de los Estados Unidos, de ninguna manera prejuzgaría o influiría en el proceso de una negociación de paz. Serían un reconocimiento a una situación real de larga data y rectificación de una injusticia histórica.
10-Las declaraciones del Rey de Jordania, del liderazgo palestino y los líderes árabes de que el reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel o la ubicación de la embajada de Estados Unidos en Jerusalén pondrán en peligro el proceso de paz y traerán una ola de violencia, no son más que amenazas vacías e intentos desafortunados de amenazar e incitar a un gobierno soberano. Rendirse a tales amenazas de violencia y terrorismo sería un precedente peligroso y una señal de debilidad.
*El Embajador Alan Baker es director del Instituto de Asuntos Contemporáneos del Centro Jerusalén y director del Foro Global Law. Participó en la negociación y redacción de los Acuerdos de Oslo con los palestinos, así como también en los acuerdos y tratados de paz con Egipto, Jordania y el Líbano. Se desempeñó como asesor legal y subdirector general del Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel y como embajador de Israel en Canadá.
Fuente: Diario Iton Gadol