Nueve hoteles en kibbutzim para unas vacaciones diferentes

¿Quiere pasar unos días de solaz en un ambiente bucólico y a la vez lujoso? Estos hoteles ofrecen un concepto de turismo que sólo se encuentra en Israel.

Interior del hotel del Kibbutz Ein Gedi. Cortesía.

Muchos kibbutzim —un concepto netamente israelí que describe granjas o colectivos industriales— ofrecen alojamiento modesto para turistas que quieran ver de cerca una parte del Estado Judío de la cual se habla en el exterior pero a la que pocos tienen acceso.

Por ejemplo, el Kibbutz Ketura, en Arava, al sur del país, permite que los huéspedes coman en el comedor de los residentes y naden en la piscina, y visiten la fábrica de algas, el centro de tecnología solar, los cultivos de dátiles y el establo de las vacas.

Estos hoteles “son una oportunidad única para disfrutar un hermoso entorno rural, como el de los Altos del Golán o el Valle de Jezreel, en un hotel con todas las comodidades “, dijo Bill Slott, guía turístico y bloguero de viajes.

Slott los considera como una buena alternativa para las dos más comunes para quienes vienen de vacaciones a Israel y buscan alojamiento: en una ciudad o en lugares alejados prácticamente de todo.

La estadía es mucho más económica que el hotel de renombre en ciudades grandes.

La mayoría de los 273 kibbutzim de Israel se encuentran en zonas periféricas, aunque algunos están cerca a ciudades (uno, Ramat Rachel, está en el perímetro urbano de Jerusalén).

Los siguientes hoteles (ordenados de norte a sur) han sido recomendados por turistas experimentados y conocedores de alojamientos de cuatro y cinco estrellas.

Kibbutz Hagoshrim

Aspecto del hotel, que fue construido sobre las ruinas de un palacio del período otomano. Cortesía.

Con 170 habitaciones, el hotel está construido donde existió un palacio otomano. Riachuelos y fuentes fluyen por él y el kibbutz. Hay un camino peatonal, un centro de fitness con dos piscinas, gimnasio, sauna, canchas de baloncesto y squash y un salón para spa. Las habitaciones están distribuidas en tres alas, una de las cuales es sólo para adultos. A poca distancia en automóvil se encuentra la Reserva Natural de Agamon Hula, el Monte Hermón y la Reserva de Banias.

Kibbutz Kfar Blum

El hotel tiene una piscina olímpica y está cerca de la Reserva de Hula. Foto vía Facebook.

Inaugurado en 1957 como casa de huéspedes de seis habitaciones, el hotel, en el Valle de Hula, en la Alta Galilea, tiene ahora 192 habitaciones de cinco estrellas para familias o parejas, además de un spa, canchas de tenis, una piscina olímpica, restaurante y un centro de convenciones. Está cerca de la Reserva de Hula, parada predilecta de las millones de aves migratorias que pasan por Israel, así como de cavas boutique, museos y parques. Los huéspedes reciben cupones de descuento para actividades en lugares cercanos.

Kibbutz Merom Golan

Una cabaña de lujo en el hotel que, como otras habitaciones, tiene cocina privada. Cortesía.

El Merom Golan Resort Village tiene 32 estudios y 46 cabañas de dos habitaciones, todos con cocina. Tiene también un establo de caballos, una piscina cubierta, un parque infantil, una cancha de baloncesto y un restaurante kosher. En lo alto del Monte Bental, muy cerca, está el Coffee Annan, que se cree es la cafetería más alta de Israel.

Kibbutz Ginosar

Aspecto de los jardines del hotel. Cortesía.

El Nof Ginosar Hotel está cerca a Tiberíades y a las principales atracciones turísticas de Galilea. Ubicado en un terreno de 40.000 m. cuadrados de zonas verdes, tiene 168 habitaciones y suites, playa privada, piscina, pistas de tenis y baloncesto, senderos peatonales o para correr, junto al río Tzalmon, una zona de juegos y un restaurante kosher. Un ala adicional ofrece 69 habitaciones y cuatro suites para familias.

Kibbutz Lavi

El hotel, de cuatro estrellas, tiene 184 habitaciones y salas de confrencias. Foto vía Facebook.

El hotel, de cuatro estrellas, situado en Galilea, está a diez minutos en automóvil de Tiberíades. Tiene una piscina, un restaurante y salas de convenciones, y una granja lechera y una fábrica de muebles que los huéspedes pueden visitar. Sus 184 habitaciones están repartidas en dos alas. Inició actividades en 1962 como un grupo casas de huéspedes, y aún hoy sigue siendo administrado por miembros del kibbutz. Atrae huéspedes de Israel, Francia, Italia, España, Sudamérica, Alemania, China y Estados Unidos.

Kibbutz Nahsholim

El Kibbutz Nahsholim Seaside Resort está situado en las faldas del Monte Carmelo, en la playa Dor, una franja sobre el Mediterráneo con lagunas, una bahía natural y pequeños islotes. Los huéspedes pueden escoger entre habitaciones de diferentes tamaños, algunas decoradas con motivos marítimos por el reconocido diseñador israelí Nir Gilad, residenciado en Londres. Las habitaciones de la primera planta tienen piscinas privadas. También hay un restaurante kosher que sirve productos lácteos.

Kibbutz Ma’ale Hachamisha

En el hotel del kibbutz se organizan varios eventos, entre ellos matrimonios. Foto vía Facebook.

La mayor parte del ingreso del kibbutz lo generan las 220 habitaciones del hotel, Ye’arin, un jardín y el salón de eventos. El kibutz, que ha sido privatizado, está situado a unos 20 minutos del centro de Jerusalén en automóvil y en la cumbre de una de las colinas más altas de Jerusalén, cerca a la Ruta 1, la principal arteria del país. Tiene una piscina cubierta, un spa y un gimnasio, además de restaurante y jardines privados.

Kibbutz Ramat Rachel

Jardines del hotel, situado en las afueras de Jerusalén, cerca a Belén. Cortesía.

Situado en el límite del casco urbano de Jerusalén, con vistas a Belén y los montes de Judea, el hotel tiene 165 habitaciones, un restaurante kosher, y un gimnasio con piscina semi-olímpica climatizada, juegos para niños, una sala de fitness, y canchas de tenis y baloncesto. En las afueras del hotel, cerca al estacionamiento, se pueden ver excavaciones arqueológicas y algunas de las trincheras que usaron los soldados israelíes en la Guerra de los Seis Días.

Kibbutz Ein Gedi

Jardines del hotel, situado cerca al Mar Muerto Cortesía.

El hotel ofrece vistas privilegiadas del Mar Muerto. Inició actividades hace varios años con dos cabañas de madera, y duchas y baños separados. En 2012 se transformó en hotel, con 166 mini suites y habitaciones, además de un spa de lujo, piscina, canchas de tenis, pozos naturales de aguas sulfurosas, baños de barro mineral, un restaurante y un jardín botánico.

 

Fuente: Israel21C



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