20 Jul Los lentes inteligentes para ciegos son una realidad y ya se venden en varios países
La OrCam es una cámara que va en la patilla de los anteojos; lee textos y reconoce el rostro de familiares y amigos.
Práctico. El aparato reconoce las palabras escritas y las “lee en voz alta”. Se escucha mediante un pequeño parlante.
En el mundo hay unas 285 millones de personas con discapacidad visual, de las cuales 39 millones son ciegas y 246 millones presentan baja visión, según datos de la Organización Mundial para la Salud (OMS).
Para ayudar a superar sus dificultades, la startp israelí OrCam Technologies diseñó una cámara inteligente que se monta en la patilla de cualquier lente y permite identifica objetos próximos.
Ya se vendieron más de 1.200 de estos dispositivos en Canadá, Estados Unidos, Inglaterra, España e Israel. Y llegaría al país, entre otros de la región, antes de fin de año.
“Actividades cotidianas como ir al supermercado, leer el diario o distinguir los carteles de la vía pública, pueden resultar muy engorrosas para las personas con algún defecto visual. Esto les impide reconocer cuál es la marca del producto que quieren comprar o los ingredientes que contiene. Con OrCam MyEye, simplemente colocándose frente al texto del producto elegido, el dispositivo se lo leerá”, explican en el sitio de Internet de la compañía.
El gadget lee textos e identifica objetos y rostros que han sido previamente “almacenados” en su sistema. Para activar el reconocimiento, basta con apuntar con el dedo o pulsar un botón. Así, la cámara empezará a leer cualquier texto impreso o digital en todo tipo de superficies, incluyendo libros, diarios, pantallas de computadoras, menús de restaurantes. Toda la información que capta se la transmite al usuario por un parlante diminuto.
El sistema consta de una cámara de 8 megapíxeles y un auricular de conducción ósea, que se sitúa sobre la varilla derecha de la montura. Adicionalmente viene una unidad de control, que comprende una batería y una pequeña computadora dotada de inteligencia artificial y de capacidad de aprendizaje, que está a su vez conectado al dispositivo digital. Este conjunto ronda los 3 mil dólares de costo para el usuario final.
Un detalle interesante es que no es necesario que exista una conexión a Internet o la asistencia de otro aparato electrónico para que funcione, ya que el dispositivo es autónomo. Pesa apenas 31 gramos y con una carga de cuatro horas la batería logra una autonomía de un día.
Y si de ampliar el mundo se trata, el propio usuario puede entrenar a los OrCam MyEye para que registre determinados rostros con sus respectivos nombres, de modo tal que cuando los tenga enfrente, el equipo diga en voz alta el nombre de la persona. En total, puede almacenar en la memoria hasta 100 caras y 150 productos. Además, es posible programarlo para elegir la velocidad de lectura de texto deseada, que puede variar entre 100 y 240 palabras por minuto.
En la misma sintonía, el proyecto BLAID de Toyota es un collar que pretende saltear las limitaciones de los bastones o los perros guía a través de un sistema con cámaras que reconoce los objetos cercanos y los identifica. La tecnología de reconocimiento de voz y una serie de botones permiten interactuar al usuario con esta solución.
Fuente: Clarín