13 Jun Editorial del Jerusalem Post: Referéndum kurdo
Una decisión unilateral de los kurdos de tomar el control de Kirkuk podría conducir a un conflicto. El área es el hogar de ricas reservas de petróleo.
El Presidente del Gobierno Regional de Kurdistán, Masoud Barzani, durante una conferencia de prensa en Erbil, Irak, en abril. .
(Crédito de la foto: AZAD LASHKARI / REUTERS)
Los kurdos iraquíes finalmente han fijado una fecha para un referéndum, discutido desde hace tiempo, sobre la independencia. El momento escogido, anunciado la semana pasada por el Presidente del Gobierno Regional del Kurdistán, Masoud Barzani, da a Israel una oportunidad única de apoyar abiertamente la autodeterminación democrática de los kurdos.
El Jerusalem Post ha apoyado la completa soberanía política kurda por razones tanto morales como geopolíticas. En 2014, el Primer Ministro Benjamin Netanyahu dio su apoyo, al igual que la Ministra de Justicia Ayelet Shaked y el Ministro de Defensa Avigdor Liberman. Pero la fecha del referéndum, programado para septiembre en provincias controladas por los kurdos en el norte de Irak, es particularmente favorable.
El conflicto entre Catar y una coalición de naciones sunitas que incluye Arabia Saudita, Egipto, Emiratos Árabes Unidos y Bahréin, ha abierto el camino para un apoyo más amplio de los sunitas a la autodeterminación kurda. Israel no estaría solo en pedir que los kurdos tengan derecho a decidir si quieren independencia. Estados Unidos, que bajo la administración de Obama se abstuvo de apoyar la independencia kurda en respeto a Turquía, podría cambiar de rumbo bajo el Presidente estadounidense Donald Trump debido a la nueva situación geopolítica.
Poco después de que Barzani anunciara el referéndum, Arabia Saudita salió en apoyo. Otros estados sunitas en la coalición dirigida por Arabia Saudí probablemente harán lo propio. La razón del apoyo saudita no es una nueva afinidad con los kurdos, sino el conflicto con Catar. Turquía se ha alineado con Catar en su enfrentamiento con la coalición dirigida por Arabia Saudita. Y una forma en que los saudíes pueden castigar a Turquía es saliendo a favor de la iniciativa del referéndum de Barzani.
Egipto, bajo Abdel Fatah al-Sisi, tiene relaciones tensas con Turquía, después de que Turquía y Catar apoyaron al gobierno de la Hermandad Musulmana en Egipto y se opusieron al golpe militar lanzado por Sisi. Turquía también apoya a Hamas, que Egipto considera como una fuerza desestabilizadora en el Sinaí.
El apoyo abierto de Israel al referéndum indudablemente antagonizará a los turcos. Sin embargo, aunque ha habido mejores relaciones con Ankara después de años de tensión tras el incidente de Mavi Marmara, los lazos entre los países nunca serán como estaban con el liderazgo político kemalista de Turquía. Turquía es abiertamente hostil hacia Israel y abiertamente apoya a sus enemigos. A principios de junio, el embajador de Turquía en Tel Aviv invitó al jeque Raed Salah, jefe de la Subdivisión Norte del Movimiento Islámico en Israel – que fue proscrito por Israel – para romper su ayuno del Ramadán en una función Iftar en la casa del embajador.
El apoyo a la autodeterminación de los kurdos también enfurecerá a Irak. Sin embargo, el gobierno de Bagdad ha rechazado repetidamente la formación de un gobierno inclusivo y en cambio ha establecido un gobierno para los chiitas de los chiitas bajo creciente influencia iraní. Irak es el producto de una división colonial, artificial y anacrónica de hace un siglo, bajo el Acuerdo Sykes-Picot que ignoró las identidades culturales, étnicas y sectarias.
Sin embargo, la creación de una nación kurda autónoma en el norte de Irak tendría muchos desafíos. Los propios kurdos están divididos. El Partido Democrático Kurdo más conservador (PDK), que tiene vínculos relativamente buenos con Turquía, está en desacuerdo con la Unión Patriótica del Kurdistán (PUK). Ambos combatieron una guerra civil entre 1994 y 1998 y controlaron diferentes partes del norte de Irak. Barzani, que dirige el KDP, no es una figura unificadora en Kurdistán. Y su mandato democrático se acabó hace cuatro años. Se alargó a regañadientes dos veces, pero se volverá a terminar a finales de año.
Además, no está del todo claro que el norte del Kurdistán iraquí sea capaz de convertirse en un estado viable. No tiene acceso al mar y está atrapado entre Irak, Turquía e Irán, tres naciones que se oponen a su creación y están unidas en su oposición.
Además, muchos kurdos que viven en Turquía buscan la igualdad y el reconocimiento como una minoría étnica y ven la creación de un estado kurdo independiente como un peligro potencial para esa búsqueda.
Una decisión unilateral de los kurdos de tomar el control de Kirkuk podría conducir a un conflicto. El área es el hogar de ricas reservas de petróleo.
Sin embargo, se ha presentado a Israel una oportunidad única de apoyar el derecho de los kurdos a decidir por sí mismos si están interesados en emprender el establecimiento de un estado independiente en el norte de Irak.
Y como resultado, probablemente habrá consecuencias en las relaciones con Turquía, y es un precio que vale la pena pagar.
Fuente: The Jerusalem Post
Traducido: Consulado General H. de Israel en Guayaquil