01 Mar Bebé afgano recibe tratamiento para salvarle la vida en Israel a través de una insólita vía en las redes sociales
Yacub, un afgano de dos años de edad, el 23 de febrero del 2017, sostiene la mano del cirujano cardíaco israelí que salvó su vida.
La familia de Yacub, de 2 años, fue puesta en contacto con una organización benéfica israelí con la ayuda de un profesor de inglés de Jalalabad y sus conexiones de Facebook.
Desde el momento en que Yacub nació, él vivió a las puertas de la muerte. Su padre, un agricultor de trigo y arroz de la Provincia de Baghlan en el norte de Afganistán, quien no podía costear la cirugía que él necesitaba, dejó el destino de su hijo en las manos de D-s. Nunca imaginó que, a través un camino casi milagroso creado por unos pocos amigos de Facebook, la vida de su hijo finalmente sería salvada por las manos de un cirujano israelí.
Por los primeros tres meses, ningún médico pudo diagnosticar el problema. Yacub difícilmente comía, no crecía, y lloraba constantemente. Su padre eventualmente encontró una clínica alema- na en Kabul donde los médicos dijeron que el bebé necesitaría cirugía cardíaca en India: Yacub estaba sufriendo de Tetralogía de Fallot (TOF), una enfermedad cardíaca congénita que evita que la sangre llegue a los pulmones y se oxida.
Pero el padre no tenía el dinero para el viaje a la India o para la cirugía.
Cuando el bebé afgano, ahora de dos años, llegó al Aeropuerto Ben Gurion de Israel el 14 de febrero, su piel era de un azul pálido. Estaba “medio muerto”, de acuerdo al Dr. Hagi Dekel, el cirujano cardíaco israelí que lo operó horas después en el Centro Médico Wolfson en Holon.
El Dr. Hagi Dekel, un cirujano cardíaco israelí en el Centro Médico Wolfson en Holon, de pie junto a Yacub, un afgano de dos años cuya vida salvó él. 23 de febrero del 2017.
La cirugía de Yacub, y los pasajes de avión para él y su padre, fueron financiados por la organi-zación benéfica israelí Salvar el Corazón de un Niño (SACH por sus siglas en inglés), la cual proporciona cirugías gratis para niños de países en desarrollo. SACH también hizo el trabajo de campo para conseguir a Yacub y su padre las visas para visitar Israel, superando el hecho de que Israel y Afganistán no tienen relaciones diplomáticas.
No fue la primera vez a través de los últimos años que el director ejecutivo de SACH, Simon Fisher, consiguió visas israelíes para una familia afgana.
Para llegar a Israel, Yacub siguió el camino viajado en julio pasado por Yehia, una bebé afgana cuyos padres viven en Peshawar, Pakistán. Yehia fue la primera afgana tratada por SACH, uniéndose a niños de más de 50 países cuyas vidas han sido salvadas por la organización.
La hermana menor de Yehia estaba destinada a ser la segunda afgana traída por SACH a Israel, pero murió antes de que los trámites burocráticos pudieran ser superados.
Tanto los padres de Yacub como de Yehia fueron conectados con SACH por Farhad Zaheer, un profesor de habla inglesa que vive en la ciudad afgana oriental de Jalalabad.
“Él es hacedor de lluvia en este contexto. El afgano sin miedo que cree en hacer lo correcto para salvar la vida de un niño”, dijo Fisher de Zaheer.
Farhad Zaheer
De acuerdo a Fisher, Zaheer -un bien conocido activista infantil en su ciudad natal y presidente de su Club Rotario -trabajó directamente con las autoridades afganas para ayudar a asegurar las vi- sas de viaje para Yacub y Yehia. The Pashtun Times, anteriormente este mes, publicó una brillan- te reseña sobre Zaheer, llamándolo un “afgano heroico” por su papel en llevar a Yacub y Yehia a Israel.
Cuando los padres de Yehia le pidieron a su pariente Zaheer ayuda el año pasado, él inmediata-mente se contactó con su amiga de Facebook Anna Mussman, de 69 años, una hija de sobre-vivientes del Holocausto viviendo en Israel. Mussman, quien una vez había sido la profesora de inglés de secundaria de Simon Fisher, contactó al director de SACH.
El padre de Yacub, quien pidió permanecer anónimo en este artículo debido a que teme por su seguridad, fue puesto en contacto con Zaheer apenas hace dos meses a través de un amigo de la familia que había oído la historia exitosa del profesor con Yehia.
Al llegar Yacub a Israel, fue llevado directamente del aeropuerto al hospital. El Dr. Dekel dijo que cuando vio al niño la primera vez estaba ¨sorprendido que hubiera logrado llegar tan lejos…Él estuvo muriendo cada día por los últimos dos años¨.
Después de una exitosa cirugía, el Dr. Dekel dijo que Yacub ¨vivirá como cualquier niño normal¨.
Zaheer no fue solamente fundamental en asegurar el viaje a Israel para Yacub. Él también utilizó sus conexiones de Facebook para encontrar una personal local que hablara urdu para ayudar a superar la barrera del lenguaje. Mucho antes de que Zaheer hubiera siquiera oído de SACH, él había estado en correspondencia a través de Facebook con Michael Davidson, un israelí de 70 años quien habla urdu, que emigró a Israel desde India en 1978. Él le pidió a Davidson que ayudara.
Michael Davidson, un israelí urdu-parlante de 70 años que emigró desde India en 1978, de pie junto a Yacub, un afgano de dos años cuya vida fue salvada en Israel, el 23 de febrero del 2017. Davidson ayudó como traductor a la familia.
“Cuando desperté ayer en la mañana, mi Facebook me dijo que hacía exactamente dos años que Zaheer y yo nos habíamos convertido en amigos”, dijo Michael Davidson a The Times of Israel en el lobby de la Sala de Emergencia Pediátrica del Centro Wolfson el jueves.
Sí…definitivamente puedo decir que la amistad en su verdadero sentido es sagrada y nunca podemos saber lo que el destino está planeando para la gente…yo siendo judío y nacido y educado en la India…
También hubo un segundo traductor que ayudó a ambas familias afganas. Fisher, después de contactar a un viejo amigo del ejército que él recordaba que era descendiente de afganos, fue puesto en contacto con Jacob Gul, de 56 años, un vendedor de alfombras retirado, quien dejó Kabul hace 32 años y ahora vive en Holon.
Gul, quien habla dari -una forma afgana del persa -recogió a Yacub y a su padre en el aeropuerto Ben Gurion y ha estado con ellos durante casi toda su estadía.
El padre de Yacub dijo que él no tenía un concepto real de Israel antes de llegar al estado judío, pero que realmente no importaba a dónde estaba llevando a su hijo, mientras él recibiera el cui- dado apropiado.
“Yo iría y volvería del infierno a fin de salvarlo”, dijo él.
Él estaba más preocupado sobre el impacto que el arduo viaje tendría en el infante que en el des-tino.
“Cuando llegué [al Centro Wolfson], y vi como cada niño es cuidado por dos enfermeras, decidí que no me iba a preocupar”, dijo el padre de Yacub.
Yacub de dos años y su padre llegan al Aeropuerto Ben Gurion el 14 de febrero del 2017
En la habitación con Yacub, dos niños palestinos, un niño de Kenia y un etíope-israelí estaban también siendo atendidos. El padre de Yacub dijo que estaba conmocionado por la diversidad encontrada en la sala de cuidado pediátrico del centro médico.
Los niños no israelíes al lado de Yacub era todos tratados gracias a SACH.
La organización, cuyo presupuesto anual de $3.5 millones es cubierto en su mayor parte por do-nantes privados judíos, ha salvado las vidas de más de 4,000 niños. La mitad de los pacientes vienen de Gaza y la Franja Occidental, mientras que otros de Tanzania, China, Irak, Siria y Etiopía.
De acuerdo a Fisher, Zaheer ya ha encontrados a dos niños afganos más que él espera traer a Israel, y una familia judía afgana viviendo en Estados Unidos ha acordado donar los fondos para una de las operaciones.
Cómo se sintió el padre de Yacub cuando el Dr. Dekel le dijo que su hijo viviría?
“Estaba tan feliz que mi corazón dejó de latir”, dijo él con una gran sonrisa.
Cuando se le preguntó si le contaría a su hijo la historia de su cirugía cardíaca, el padre dijo, “Yo voy a contarle cómo él me causó mucho pesar, así él tendrá que estudiar duro y convertirse en un médico”.
Fuente: The Times of Israel
Traducción: Consulado General H. de Guayaquil