07 Feb Células que combaten la obesidad
Ratones que carecen de ciertas células inmunitarias se vuelven obesos incluso al ingerir una dieta normal.
Tendemos a considerar al sistema inmunitario como nuestro guardián contra las bacterias, virus, y otros invasores, pero este sistema tiene otros papeles sorprendentes.
Investigadores del Instituto Weizmann identificaron recientemente un pequeño subtipo de células inmunitarias que aparentemente previene el síndrome metabólico: obesidad, alta presión sanguínea y altos niveles de azúcar en sangre y colesterol.
Estudios anteriores demostraron que el sistema inmunitario tiene un papel relacionado con la obesidad, pero aquellos estudios fueron realizados en ratones deliberadamente alimentados con dietas altas en grasas.
El nuevo estudio del Weizmann, publicado recientemente en Immunity, fue realizado en ratones alimentados con una dieta regular. Éste mostró que los mecanismos inmunitarios pueden jugar un papel en la obesidad y en los otros componentes del síndrome metabólico, independientemente de la cantidad de grasa ingerida.
Inicialmente el estudio se enfocó en células dendríticas, las cuales funcionan como centinelas del sistema inmunitario, alertando a otros mecanismos inmunitarios sobre varios peligros.
El énfasis fue puesto en un extraño subtipo de células dendríticas que poseen una proteína asesina llamada perforina, que les permite, si es requerido, eliminar otras células.
Para revelar la función de estas células en el cuerpo, los investigadores dirigidos por el Prof. Yair Reisner, del Departamento de Inmunología, crearon ratones carentes de células dendríticas ricas en perforina.
Para su sorpresa, los científicos descubrieron que aquellos ratones se volvieron obesos y luego desarrollaron los síntomas del síndrome metabólico.
Al seguir investigando estos ratones, los científicos descubrieron que su tejido graso contenía niveles anormalmente altos de células inmunitarias T, que son causantes de inflamación.
La obesidad
Cuando estas células fueron removidas de los tejidos grasos de los ratones carentes de células dendríticas altas en perforina, los ratones no se volvieron obesos.
Estos descubrimientos sugieren que las células dendríticas altas en perforina regulan los niveles de ciertas células T, y al mantener bajo control las células T aparentemente previenen el síndrome metabólico.
Además de proveer nuevos conocimientos sobre el síndrome metabólico, este estudio podría clarificar la autoinmunidad. Los ratones carentes de células dendríticas altas en perforina fueron más susceptibles de lo usual a desarrollar un síndrome autoinmune equivalente a la esclerosis múltiple en humanos.
Ahora falta investigar si pacientes con síndromes autoinmunes carecen de estas células regulatorias.
Fuente: Lamtam Israel