Israelíes en Canadá ayudan a refugiados Yazidís

Mujeres y niños yazidís en el campo de refugiados de las Naciones Unidas en Arbat, cerca de Sulaimani en la semiautónoma región de Kurdistán al norte de Irak

Hasta la fecha, el grupo ha recaudado más de $180,000 y, con la ayuda de otras agencias locales, ha presentado solicitudes de patrocinio para inmigrantes para cuatro familias yazidís.

Un grupo de expatriados israelíes y amigos de Israel viviendo en el medio de Canadá han adoptado la causa del pueblo yazidí.

El grupo, Amigos de Israel en Winnipeg, lanzó la Operación Ezra la primavera pasada para recaudar fondos para patrocinar privadamente a varios refugiados yazidís en Canadá.
Hasta la fecha el grupo ha recaudado más de $180,000 y, con la ayuda de otras agencias locales, ha presentado las aplicaciones de patrocinio para cuatro familias yazidís. Estas familias viven actualmente en campos de refugiados patrocinados por la ONU en Turquía, y todas ellas tienen parientes o amigos ya viviendo en Winnipeg.

Amigos de Israel en Winnipeg (WIF por sus siglas en inglés) fue fundada a principios del 2015 como una organización de base, multi-religiosa y constructora de puentes dedicada a luchar contra el sesgo anti-Israel en los medios de comunicación, el anti-semitismo y el fanatismo y la intolerancia en general.

“Amigos de Israel en Winnipeg cree que al crear relaciones personales y llegar a otras comunidades, podemos ayudar a combatir el racismo y el prejuicio”, explica la cofundadora israelí de nacimiento Yolanda Papini-Pollock.

Este enfoque en construir puentes llevó a WFI a Nafiya Naso, una representante de la fuerte comunidad yazidí de 200 personas en Winnipeg.

WFI invitó a Naso a hablar a sus miembros sobre la difícil situación de su pueblo y los esfuerzos de su comunidad por patrocinar a sus familias y amigos como refugiados en Canadá.

Naso, madre de dos hijos pequeños, llegó a Canadá con sus padres y hermana en 1999 después de huir del régimen iraquí de Saddam Hussein y pasar ocho años en un campo de refugiados en Siria.

Los yazidís son una minoría étnico-religiosa que han vivido en el norte de Irak y Kurdistán por generaciones y han soportado silenciosamente una persecución persistente.

Su grave situación llamó la atención del mundo, aunque sólo brevemente, en agosto del 2014 cuando ellos fueron atacados por los jihadistas de Estado Islámico (IS). Cientos fueron asesinados o secuestrados en estos ataques, y miles fueron atrapados sin provisiones en el Monte Sinjar en el norte de Irak.

“Las persecuciones no son nada nuevo para la minoría yazidí en Irak”, explica Naso.

“Los yazidís han sufrido 74 masacres en su historia por los chíitas, sunitas, kurdos y los gobiernos, debido a intolerancia religiosa, étnica, cultural y nacional”.

Como resultados de estas masacres, la población yazidí en el mundo se ha reducido de alrededor de 23 millones a sólo 700,000, la mayoría de los cuales son refugiados.

Fue al escuchar acerca de la historia de persecución de los yazidís y la aparente falta de interés internacional sobre su grave situación que WFI se inspiró para lanzar la Operación Ezra.

“Los yazidís son atacados solamente debido a sus creencias religiosas y no tienen un país para protegerlos o medios para protegerse a sí mismos”, dijo Papini-Pollock.

“Su situación nos recordó de períodos históricos previos al establecimiento de Israel en los cuales el pueblo judío estaba indefenso y fueron objeto de odio y persecución debido a su religión”, añade ella. “Nosotros recordamos que la mayoría de los pueblos y los países fueron indiferentes a la situación judía y muy pocos extendieron sus brazos para ayudar”.

Canadá estuvo entre aquellos países, rehusándose por muchos años a abrir sus puertas a los refugiados judíos de la Segunda Guerra Mundial.

Además de completar todo el papeleo y la recaudación de fondos para los patrocinios de los refugiados, WFI ha ayudado a Naso incrementar la conciencia general sobre el sufrimiento de su pueblo.

La organización ha arreglado varias charlas para que ella hable en sinagogas locales y otros eventos de la comunidad y la ha ayudado a obtener significativa atención en los medios de comunicación. Al mismo tiempo, WFI ha unido a dispares agencias de la comunidad judía para trabajar juntos hacia la meta común del patrocinio, apoyo y reasentamiento de unas 15 familias yazidís.

Nosotros queremos dejar saber a los yazidís que ellos no están solos¨, añade Papini.Pollock.

“Queremos que ellos sepan que nosotros entendemos su dolor y que haremos todo lo que podamos para crear conciencia sobre su situación y utilizar nuestras desafortunadas experiencias para ayudarlos”.

“Amigos de Israel en Winnipeg han sido un gran apoyo”, dice Naso. “Ellos continúan difundiendo el conocimiento y moviéndose adelante con nosotros cada día, creando un mundo en el cual yazidís, judíos y cualquier otra minoría pueda vivir sin el constante temor a la muerte, la opresión y la intolerancia”.

Probablemente tomará varios meses hasta que los refugiados yazidís lleguen a Winnipeg, pero cuando lo hagan, Amigos de Israel en Winnipeg y los miembros de la comunidad judía de Winnipeg les darán la bienvenida con los brazos abiertos.

Fuente: The Jerusalem Post
Traducción: Consulado General H. de Guayaquil   



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