Los católicos no deben tratar de convertir a los judíos, dice el Vaticano en histórico documento

El Cristianismo y el Judaísmo se entrelazan y Dios nunca anuló su pacto con el pueblo Judío, dice el documento.

Los católicos no deben tratar de convertir a los judíos y deben trabajar con ellos para luchar contra el antisemitismo, dijo el Vaticano el jueves en un nuevo e importante documento que alejó más a la Iglesia de las tensas relaciones con el judaísmo del pasado.
El documento, «Una reflexión sobre Cuestiones Teológicas sobre Relaciones entre Católicos y Judíos», fue emitido por la Comisión Pontificia para las Relaciones Religiosas con los judíos, y aprobado por el Papa Francisco.  Dice que el cristianismo y el judaísmo se entrelazan, y que Dios nunca anuló su pacto con el pueblo judío.
«La Iglesia está, por lo tanto, obligada a ver la evangelización de judíos, que creen en el único Dios, de una manera diferente que de las personas de otras religiones y visiones del mundo», dijo.
«En términos concretos, esto significa que la Iglesia católica no conduce, ni apoya, ningún trabajo específico de misión institucional dirigido hacia judíos», dice el documento, agregando que hubo un «rechazo de principio de una misión judía institucional.»
También decía que los católicos deben ser especialmente sensibles a la importancia del holocausto para los judíos  y prometió «hacer todo lo que es posible con nuestros amigos judíos para repeler tendencias antisemitas.»
«Un cristiano nunca puede ser un antisemita, especialmente debido a las raíces judías del cristianismo», dijo.
El documento coincidió con el 50 aniversario de una declaración revolucionaria del Vaticano repudiando el concepto de culpa colectiva judía por la muerte de Jesús.
Hasta aproximadamente 1960, las oraciones en las misas católicas en Viernes Santo, el día que se conmemora la muerte de Jesús, calificaban a los judíos como «pérfidos» y pedían su conversión.
Esa oración fue eliminada del uso general después de que el II Concilio del Vaticano de 1962-1965 introdujo un nuevo misal o libro de oraciones utilizado en las misas.
En 2008, el ex papa Benedicto reformuló aún más la oración utilizada por los tradicionalistas para eliminar lenguaje que los grupos judíos encontraban ofensivo, tal  como «la ceguera de ese pueblo.»
El documento del jueves decía que los católicos deben «dar testimonio de su fe en Jesucristo también a los Judíos», pero deben hacerlo en «una manera humilde y sensible, reconociendo que los judíos son portadores de la palabra de Dios…”
El Rabino David Rosen, director internacional de Asuntos Interreligiosos del Comité Judío Americano, acogió el nuevo documento del Vaticano.
Rosen y el Dr. Edward Kessler, de la Universidad de Cambridge fueron invitados a dar respuestas judías en el documento después de la aprobación del mismo en el Vaticano.
Se unieron al Cardenal Kurt Koch y al Padre Norbert Hoffman, secretario de la Pontificia Comisión de las Relaciones Religiosas con los Judíos, para dirigirse a los periodistas.
«Nostra Aetate revolucionó las enseñanzas católicas sobre los Judíos y el judaísmo», dijo Rosen.
«El nuevo documento ‘Reflexión’ repudia claramente la teología sustituta o súper cesionista y expresa un aprecio y respeto cada vez mayor por la auto-comprensión judía, que se refleja en el reconocimiento del lugar de la Torá en la vida del pueblo judío», dijo Rosen.
Sin embargo, el rabino expresó su decepción de que el nuevo documento no reconoce «la importancia que la Tierra de Israel desempeña en la vida religiosa, histórica y contemporánea, del pueblo judío», y el innovador papel de Nostra Aetate, conduciendo al acuerdo diplomático entre el Vaticano e Israel.
«El establecimiento de las relaciones bilaterales plenas entre el Estado de Israel y la Santa Sede – guiado y promovido especialmente por San Juan Pablo II – fue uno de los puntos históricamente culminantes en el camino desde Nostra Aetate, reflejando más que nada el hecho de que la Iglesia Católica había repudiado verdaderamente su representación del pueblo judío como vagabundos condenados a estar sin hogar hasta la llegada final», dijo Rosen.
«Sin Nostra Aetate, el establecimiento de estas relaciones seguramente no habría sido posible», añadió Rosen.
Elogió el énfasis del nuevo documento de la responsabilidad de las instituciones educativas, en particular las que entrenan a sacerdotes, para integrar en sus planes de estudios el Nostra Aetate y luego documentos de la Santa Sede relativos a judíos y el judaísmo.
«Este sigue siendo el reto más notable llevando los logros desde sus alturas del Olimpo a las bases universales», dijo.

Fuente: The Jerusalem Post
Traducido: Consulado General H. de Israel en Guayaquil



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