Cómo el coronavirus fortalece la relación de Israel con el espacio exterior

Deganit Paikowsky, primera mujer vicepresidenta israelí de la Federación Internacional de Astronáutica, cree que este momento es una gran oportunidad.

Cómo el coronavirus fortalece la relación de Israel con el espacio exterior. Imagen vía Shutterstock

“El impacto de la pandemia de coronavirus superó las fronteras del planeta Tierra”, dijo Deganit Paikowsky, primera mujer israelí en convertirse en vicepresidenta israelí de la Federación Internacional de Astronáutica (IAF).

Paikowsky explicó que el impacto más obvio es la mayor dependencia de miles de satélites dispersos por el cielo, que permiten reuniones Zoom y otros tipos de comunicación remota. “Millones trabajan desde sus casas y la tecnología de comunicación satelital puede respaldar eso”, manifestó.

La ejecutiva describió que todos se ven afectados por lo que sucede en el espacio y que la capacidad de observar áreas de la Tierra desde lejos usando imágenes satelitales -para, por ejemplo, verificar la infraestructura en áreas rurales- es otra forma en que la tecnología espacial es valiosa en estos días.

En octubre de 2019, cuando Paikowsky fue nombrada vicepresidente de Iniciativas de Diversidad y Nueva Economía Espacial para la IAF, la pandemia de COVID-19 aún no existía. Sin embargo, la aparición de la enfermedad afectó sus áreas de responsabilidad.

En cuanto a la diversificación del acceso, la conferencia mundial de la IAF, originalmente programada para octubre en Dubái, está en línea y gratis. Sin barreras presupuestarias o de viaje, este año podrían participar decenas de miles de personas, algo que encaja perfectamente con la iniciativa “3G” de la IAF, actualmente bajo su cartera, para diversificar el género, la geografía y la generación, trayendo más mujeres, más países y más jóvenes profesionales, investigadores y académicos a la federación.

De las más de 400 organizaciones miembros de la IAF, 50 son agencias espaciales nacionales. Cerca de la mitad pertenecen a la industria, 70 son de la academia y el resto una suma de institutos de investigación, sociedades, asociaciones y museos de distintos países.

Es que Paikowsky busca que la diversidad de la organización se expanda aún más. “Hoy, nuestra conferencia digital puede llegar a nuevos públicos. Habrá oportunidades de trabajo en red y tutorías para unirse a profesionales jóvenes y experimentados. Y todas las sesiones estarán disponibles en nuestro sitio web para que cualquiera  pueda disfrutarlas cuando quiera”, dijo.

Nueva economía espacial

Doctora Deganit Paikowsky, vicepresidente de la Federación Internacional de Astronáutica. Foto: Benny Sharoni.

La otra cartera de Paikowsky es la nueva economía espacial, un movimiento hacia un acceso más rápido, mejor y más barato al espacio y a las tecnologías de vuelos espaciales impulsados ​​por intereses comerciales y científicos en lugar de intereses políticos.

Quizás el nombre más conocido en el nuevo espacio es el de Elon Musk, fundador y CEO de SpaceX, que el 30 de mayo hizo historia con el lanzamiento de su primera misión tripulada a la Estación Espacial Internacional. “En los últimos 30 años después de la Guerra Fría, especialmente en la última década, las agencias espaciales comenzaron a trabajar con el sector privado. Los cambios en la accesibilidad permitieron que nuevos actores ingresaran al mercado espacial, incluidos los países más pequeños y en desarrollo. Hoy, cerca de 80 países tienen algo en el espacio que pueden llamar propio”, detalló Paikowsky.

El nuevo espacio también se trata de servicios y productos innovadores. La directiva explicó que más del 55 por ciento del mercado espacial está orientado a los servicios – sobre todo las comunicaciones- y también la ciencia de datos para hacer que la información del espacio forme parte de nuestras vidas, ayudándonos a comprender mejor la Tierra.

“En el futuro tendremos más servicios como el turismo espacial. Y más productos relacionados con imágenes y análisis de estas. Ya existe la compañía israelí Utilis que busca fugas de agua usando imágenes satelitales”, manifestó.

Israel en el espacio

Ilan Ramon, el único astronauta de Israel, falleció a bordo del transbordador espacial Columbia en 2003. Pero Paikowsky es optimista respecto a la posibilidad de que un astronauta israelí pueda ser considerado para el Programa Artemisa de la NASA cuyo objetivo es enviar a la primera mujer y al próximo hombre a la Luna en 2024.

“Israel participa en ese programa gracias a una interesante colaboración con StemRad para probar un chaleco anti radiación. Si se demuestra que tiene éxito, este dispositivo se integraría en el programa y la Agencia Espacial de Israel podría explorar la posibilidad de la participación de un astronauta israelí”, detalló Paikowsky, que añadió que Israel puede desempeñar un enorme papel en el futuro digital del espacio, dando experiencia en inteligencia artificial, robótica y ciberseguridad.

Desde el punto de vista financiero, Paikowsky cree que esa opción sería un “catalizador para la economía israelí porque podríamos estar en una posición mucho más avanzada en este sector de lo que estamos hoy. Necesitamos más colaboraciones internacionales y más fondos para el ecosistema de la academia y el gobierno trabajando juntos”.

Política especial

Paikowsky es una de las cinco vicepresidentes de la IAF, de un total de 12.

“Yo traigo a la federación la voz de la comunidad espacial israelí. Somos un país pequeño con un legado de casi 40 años en tecnología espacial”, le dijo esta madre de tres niños de entre dos y nueve años a ISRAEL21c.

A lo largo de su carrera académica, la ejecutiva se especializó en relaciones internacionales con foco en la política espacial de Estados nacionales medianos y pequeños. Además, Paikowsky es estudiante no residente en el Instituto de Política Espacial de la Universidad George Washington y enseña en el programa de maestría en Estudios de Diplomacia y Seguridad en la Universidad de Tel Aviv, donde ayudó a establecer el Taller Yuval Neeman para Ciencia, Tecnología y Seguridad.

De 2012 a 2016, coordinó el Comité Espacial del Consejo Nacional de Investigación y Desarrollo de Israel. De 2017 a 2018, fue miembro del Programa de la Fundación de Liderazgo del Foro Internacional de Mujeres.

Su libro de 2017, “El poder del club espacial”, analiza el pasado, el presente y el futuro de la exploración espacial y el desarrollo tecnológico en la política mundial

Avanzar con los sueños

Cuando la nave no tripulada Beresheet de SpaceIL se estrelló en la Luna en abril de 2019, Paikowsky se encontraba en un estudio de noticias de televisión con el pionero israelí de nanosatélites Raz Itzhaki- Tamir de NSLComm.

“Cuando Beresheet se bloqueó, los anfitriones lo calificaron como un fracaso. Ambos los convencimos de que definitivamente no fue un fracaso sino un éxito del cien por ciento. La importancia de esto era ser un proyecto nacional y a todos nos dejó la impresión de una gran inspiración y de lecciones aprendidas”, contó.

Paikowsky cree que el gobierno de Israel debería prestar más atención a iniciativas de este tipo, especialmente con la inminente recesión. “Los grandes proyectos tecnológicos pueden ayudar al país a salir de las dificultades económicas. Este tipo de iniciativas tiene muchas implicaciones tangibles e intangibles en los niveles económico y social. Inspira a los niños a ingresar a programas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, e inspira a los jóvenes profesionales a seguir adelante con sus sueños”, enfatizó.

Además, señaló que los aspirantes a astronautas ya no necesitan ser pilotos, como lo era Ramón. “La NASA busca personas con antecedentes científicos y técnicos e intereses amplios. Mi mensaje para los futuros astronautas es que no tienen que ingresar a un campo específico. Sea lo que sea lo que los apasione, aprendan y sean buenos en eso. Piensen en grande y manténganse saludables. Y no tengan miedo al fracaso”, finalizó.

 

Fuente: Israel 21C



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