Un hospital de Israel hizo el primer trasplante de venas vivas

Cirujanos del Centro Médico de la Universidad Hadassah en Jerusalén salvaron la vida del israelí Avi Yavetz, en una operación sin precedentes

Padre e hijo: Avi Yavetz (izquierda) recibió una vena de su hijo Snir (derecha) en el Centro Médico de la Universidad Hadassah, en Jerusalén. Foto: cortesía

 Todos hemos oído hablar de trasplantes de corazón, riñón y médula ósea. Ahora, los médicos del Centro Médico Universitario Hadassah sumaron una nueva metodología a esta selecta lista: las venas. Así, salvaron la vida de Avi Yavetz de 60 años.

El paciente sufre de la enfermedad vascular periférica (EVP), un trastorno de la circulación que hace que los vasos sanguíneos fuera del corazón se estrechen y se bloqueen. Las venas y arterias de una de sus piernas estaban obstruidas En una de sus piernas, las venas y arterias estaban obstruidas y la sangre no fluía. Una amputación era casi la única opción ya que esto es muy común en pacientes con enfermedades similares.

Sin embargo, no todo estaba perdido. Yavetz tenía una arteria y algunas venas dentro de la pierna que podían restaurar el flujo sanguíneo. Pero le faltaba una vena lo suficientemente grande como para conectar la arteria con las vías más pequeñas. Es que debido a las cirugías pasadas por su EVP, ninguna de sus venas estaba en condiciones de cumplir esta función.

En ese momento, alguien preguntó: “¿Qué pasa si alguien de su familia le dona una vena?” Esa fue la loca idea que le llegó al profesor Ron Carmeli, jefe de cirugía vascular del Hadassah.

“Esta donación de una persona viva, y además miembro de la misma familia, es la primera de su tipo”, Ron Carmeli, jefe de cirugía vascular del Centro Hadassah.

Los cuatro hijos de Yavetz se ofrecieron como donantes de una vena para su padre. Luego de evaluar las opciones más convenientes, Carmeli extrajo una vena larga que, antes de implantarla en el paciente, se extendía desde la ingle hasta el pie de Snir Yavetz (27 años).

Snir y su padre, Avi Yavetz. Foto: cortesía

El trasplante de venas se había hecho antes pero tomando las mismas de personas muertas. “Esta donación de una persona viva, y además miembro de la misma familia, es la primera de su tipo”, explicó Carmeli.

Dos semanas después de la intervención, la vena continúa funcionando y la pierna “está a salvo de la amputación”, según contó el especialista. De todos modos, Yavetz no está completamente fuera de peligro porque el tratamiento de este paciente es el mismo que el de cualquier paciente trasplantado con otros órganos.
En ese sentido, Yavetz deberá tomar medicamentos para prevenir el rechazo del nuevo órgano y ser monitoreado de forma periódica.

Carmeli aseguró que si los resultados siguen siendo buenos, el futuro puede verse con optimismo. “Estoy seguro de que este avance salvará a muchos otros”, consideró.

 

Fuente: Israel 21C

 



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